Capítulo 18

12 4 9
                                    

Trague un poco de arroz y miré a mi hermano que se encontraba concentrado en el partido. Sigilosamente cogí su teléfono de la mesa y me puse a revisar sus redes hasta encontrar sus mensajes con Amapola. Sinceramente no sabía de ella desde tres días y eso me molestaba. Me preguntaba porque no volvía para hablar.

Le envié un mensaje de que viniera y volví a ubicar el teléfono de mi hermano como estaba anteriormente para fingir inocencia y seguir comiendo.

...

—No se sintió igual a las demás ocasiones. —conté pensativo— Fue raro.

Lauren asintió sonriendo.

—Entonces te gustó. —concluyó— Deberías pedirle que sea tu novia.

Hice una mueca de disgusto.

—¿Debo?

—Tú fuiste quien decidió tener algo serio. Deberías intentarlo con ella. Quizás es la ideal.

Asentí pensativo.

—Debe estar por llegar. —informé y justo sonó el timbre.

—Saldré por detrás. —susurró Lauren y se puso de pie.

La vi escabullirse de puntitas y sonreí queriendo reír por su acción. Al ver a Lauren salir me dirigí a la puerta y abrí encontrando justo a quien esperaba.

—Hola guapa.

—Hola. —contestó fría y me pasó por el lado— ¡Sebastian de mi vida!

Cerré la puerta y caminé pasos rápidos hasta alcanzar a Amapola para agarrar su brazo.

—Mi hermano no está. Te envié el mensaje por su número para que hablemos.

Ella se cruzó de brazos y se acercó a mí.

—De acuerdo. Habla.

—Sé mi novia Amapola.

—¿Novia? —interrogó arqueando una ceja— ¿Le pides eso a cada chica que se besa contigo?

Negué mostrándome serio.

—Te lo pido a ti. Decidí tomar responsabilidad... Aquel día te bese y quiero...

—Yo no quiero. —interrumpió revoleando sus ojos— Ahórratelo. Odio cuando los chicos dicen eso. Fue un beso de mutuo acuerdo, no debes sentirte obligado a nada, no soy una carga, tampoco una obliga...

—Me gustas. —solté tomándonos por sorpresa a ambos.

—Repite lo que dijiste.

Carraspee mi garganta y tiré del cuello de mi camisa. ¿Me gustaba? ¿Cuándo sucedió eso?

—Me gustas. —murmure casi inaudible.

Costaba mucho decir tal cosa. Mi recompensa fue obtener como respuesta un beso en la mejilla y una sonrisa.

—Hubieras empezado por ese punto. ¿Qué te gusta exactamente?

—Tu personalidad. —contesté apenado. Ella besó mi frente.

—¿Qué más?

—Tu figura. —indiqué más cómodo — Tienes lindas curvas.

Amapola entrecerro sus ojos y besó la punta de mi nariz.

—¿Algo para añadir?

Asentí y la vi mirar a mis labios así que supe que el próximo beso iría allí.

—Me resultas muy interesante. Quiero conocerte mejor y... Estoy buscando tener algo serio.

—No quiero ser una prueba.

No sabía que responder a eso y conociendo a Amapola sabría analizar mi silencio.

—Hagamos algo. Es mi promesa solemne estar contigo hasta que estemos mutuamente de acuerdo en soltarnos, o hasta que duela demasiado el daño. Tú turno.

Trague saliva.

—Yo Esteban Reyes, hago hoy mi promesa solemne de estar contigo hasta tener un acuerdo mutuo en separarnos o hasta que duela demasiado el daño.

—Dicho esto acepto, seré tu novia.

Mi promesa Where stories live. Discover now