Capítulo 16

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Dejé de cocinar al oír una puerta abrirse y rápidamente saque lo que tenía en la sarten para ir a ver a mi hermano.

—Buen día. —salude rápido — ¿Sabes a qué se dedica tu amiguita?

Sebastian bostezo y me observó confuso. Después de pasar la mano por sus ojos siguió caminando.

—No sé.

—¿Cuándo la verás? —indagué siguiéndole.

—Quizás mañana.

—¿No sabes si tiene buena o mala situación económica?

—Ni idea Esteban.

—Se supone que eres su amigo, esas son cosas que deberías saber.

Mi hermano dejó de caminar para voltear a verme y susurró varias maldiciones.

—Acaba de preguntar lo que quieras saber.

—¿Amapola tiene relaciones por dinero?

Al terminar la pregunta Sebastian me dio un rápido e inesperado puñetazo directo al pómulo.

—¡Hermano! —grité molesto— ¡No lo preguntaba por lo que piensas!

—¿¡Entonces porqué!? —gritó devuelta y llevó una mano a su cabeza— Ahora tengo migraña.

—De alguna forma supe que ella se fue con un hombre que le dio dinero a cambio de pasar la noche con él.

Mi hermano me miró con duda y sorpresa.

—¿Lo dices en serio? —interrogó preocupado.

—Jamás fui tan serio con este tema.

El sonido del timbre interrumpió nuestra conversación y ambos fuimos a ver quien era, terminando por abrir al ver a Lauren.

—Tienen que ver las noticias. —informó susurrando— Cierren todo.

Cuando mi amiga entró cerré la puerta y luego fui a la sala donde estaba Sebastain y Lauren sentados viendo fijamente la televisión. Rápidamente me senté a su lado y presté atención a lo que se veía y oía.

—El tribunal no ha tardado pues hoy el acusado fue declarado culpable por contratar servicios de prostitución a menores, por organizar carreras ilegales y por abuso. Ha sido condenado a veinte años en prisión. A continuación mostramos algunas de las fotos.

Abrí mis ojos con asombro al ver al hombre que coqueteaba a Amapola el día de la carrera y observé pasar las imágenes del mismo señor con diferentes chicas a las que se les ponía borrosa la cara.

—Se sigue buscando a posibles cómplices y a quienes participan en estas carreras ilegales. Si posee cualquier información llame a la policía y...

Apagué el televisor y masajee mi cien. Era un alivió que no aparecieran fotos mias en la carrera.

—Gracias a dios Esteban ha dejado todo lo ilegal. —dijo Lauren y me abrazó— No quiero quedarme sin ti.

La abracé de regreso pensando en el problema que pude haber tenido y luego la solté. Mis pensamientos cambiaron a Amapola y mi vista se fijo en mi hermano.

—¿Puedes prestarme tu teléfono Sebastian?

Él asintió y cuando me lo dio miré la última conexión de Amapola. Ella se había conectado hace unos veinte minutos e incluso le escribió mensajes a mi hermano. Cerré la aplicación, devolví el teléfono, di las gracias y me puse de pie para ir a la cocina y rápidamente apuntar el número de la chica.

La verdadera pregunta era si le escribiría a Amapola.

Mi promesa Where stories live. Discover now