Capítulo 22; "Destiny"

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— Nunca he soñado algo parecido. He volado en un dragón, pero nunca en sueños. —murmura Aerith con miedo de poder ser escuchada por alguien más.

Rodrick sonríe.

— ¿Podrías hablarme más a detalle de que se siente montar un dragón? Quiero saber si es lo mismo que en mis sueños. —las orbes azules la ven con súplica. Aerith sonríe un poco al notar la curiosidad en el joven.

— Bueno... —se remueve un poco más en su lugar y relame sus labios— La primera vez sentía que me asfixiaba, el viento se estrellaba contra mi rostro, casi impidiéndome la respiración, pero... Aemond...—su voz se quiebra un poco —Me dijo que dejara ir el aire de mis pulmones lentamente y después respirara de la misma forma, de tal manera que iba al ritmo con el aire. —asiente con su cabeza inconscientemente, reviviendo ese momento dentro de su cabeza. — Se siente frío, la punta de mi nariz siempre se encontraba helada al igual que mis dedos... pero existe una extraña sensación de superioridad porque literalmente estás más arriba que todos, encima de una verdadera bestia. Me sentía protegida.

— Eso es. —susurra el Storm— Sientes que puedes domar lo que sea, como un auténtico Rey. Ahora entiendo porque los Targaryen siempre se han mantenido en el Trono de Hierro.

— Tienen sangre de dragón. —comenta Aerith con la mirada perdida.

El castaño le sonríe de lado.

— Melisandre y yo dejaremos Winterfell el día de mañana tras tres semanas de estadía. —le avisa, dirigiendo su visión hacia el estanque—Supongo que regresaremos a Desembarco o a las tierras de Borros. 

Las cejas de Aerith se fruncen con angustia.

— Pueden quedarse más tiempo. —se adelanta a hablar la castaña rojiza.

— Es una decisión tomada por Milady. Yo soy su vasallo, tengo que acompañarla hasta la muerte. —aclara con determinación— Te enviaré cuervos y te hablaré de él. —se refiere al Targaryen, regresa su mirada a Aerith.

— No sé si quiero saber sobre el príncipe. Quizás lo casarán con alguna mujer de corte... no quisiera enterarme. —su voz se paga al igual que el brillo en sus ojos.

Rodrick lleva una de sus manos a las de Aerith.

— No se preocupe, Mildady. Jamás le diría algo que pudiera lastimarla. —le aseguró, calmando la conciencia de la Stark.

Durante el transcurso del día, Aerith continuó compartiendo tiempo con Rodrick, profundizaron su conversación como acompañantes o bien, amigos. Incluso, llegaron a la edificación de la cocina del castillo para comer en el comedor, dónde casualmente se encontraban Cregan, Deian, Benton y Maeson, todos primos, menos el Bolton. La mirada de los cuatro hombres se llevó la atención de los dos muchachos que recién ingresaban al comedor, en especial la de Maeson. Aún así, nadie dijo algo más,,mas que saludar a Aerirh. La joven y el bastardo se sentaron al lado contrario de la larga mesa y poco después Lyarra acompañó a su prima, quien le presentó a Rodrick.

Tras terminar sus alimentos continuaron conversando, pero Aerith se disculpó y se levantó de su asiento. Había dicho que se retiraría a descansar a su aposento.

La Stark abandona el salón y camina por los espaciosos pasillos para cuando es interceptada por alguien al terminar de recorrerlos.

— Milady. —hace una pequeña reverencia el de cabello ruloso y ojos azulados grisáceos.

— Ser Bolton. —sonríe apenas visible— ¿Puedo ayudarle en algo?

— No, no se moleste. —sonríe y ríe vacilante — Quería invitarla personalmente... —sus labios se vuelven una fina línea — A que salgamos de caza juntos a Wolfswood. He escuchado desde siempre que tiene un talento nato con el arco.

El Llanto del Lobo;  Aemond TargaryenWhere stories live. Discover now