El Llanto del Lobo; Aemond Targaryen

Capítulo 47; "The Arrival"

PASARON dos semanas exactamente para cuando Tyrek Lannister y Rodrick Storm estuvieron llegando a desembarco del Rey. Era la primera vez que el bastardo pisaba estas tierras, las tierras con las que alguna vez llegó a soñar.

Ambos caballeros fueron ingresados sin tanto revuelto a la Fortaleza, esto gracias a Tyrek, debido a que este era bien conocido entre ellos porque su padre, Tyland Lannister era el actual Consejero de la Moneda dentro del Consejo Real.

Los dos fueron recibidos en la torre de La Mano del Rey, siendo atendidos por este mismo, quien miraba bastante inquieto al de cabellera castaña.

— Supongo que eres uno de los varios hijos no reconocidos de Borros Baratheon, ¿cierto, Storm? —inquiere Otto, cruzando sus brazos por encima de su pecho.

— Sí, Milord. —afirma Rodrick firmemente.

Los ojos color verde de La Mano aterrizan en la insignia de lobo en la armadura del bastardo, causando que el más viejo arqueara una de sus cejas.

— ¿Tienes en claro hacia quien tienes una rodilla doblada? —la voz del hombre se vuelve más seria y Rodrick nota la reacción del sujeto de a un frente.

— Rey Aegon Targaryen, Milord. —responde sin titubeos el de melena ligeramente larga — He cruzado el Norte, Riverlands y Tierras de la Corona con disposición de servir mi guardia a Lady Aerith Stark, futura esposa de su nieto Aemond Targaryen. —aclara — No tengo deseos de continuar con mi deber de guardia bajo la Casa Stark si Milady no se encuentra en ella.

El entrecejo del Hightower se frunce un poco.

—¿Eres consciente de lo que estás diciendo, muchacho? Tú Rey es Aegon, no Aerith. Sirves al Rey, no a... la futura mujer de mi nieto.

— Lord Mano. —La voz de Tyrek interviene — Eventualmente Storm servirá para el Rey Aegon Segundo, simplemente... él... será guardia y escolta personal de Lady Aerith Stark, después de todo ella será una princesa.

El barbudo luce algo pensativo e incluso desliza una mano por su barbilla.

— ¿Un capa blanca? —inquiere con ambas cejas arqueadas — Me temo que esto que están implicando tendrá que ser consultado con Su Majestad y el Comandante de la Guardia Real, Ser Criston Cole. De por mientras... —lo divisa de pies a cabeza. Tampoco le parecía muy conveniente tratar con la punta del pie a uno de los hijos bastardos de Borros Baratheon tras hacer una cambio de planes entre el matrimonio de Aemond con una de sus hijas. Tampoco se había profundizado mucho sobre el tema porqué no se llevaría acabo cierto matrimonio, pero que habría un beneficio más alto de por medio — Acompaña a Ser Lannister hasta una nueva noticia, sino lastimosamente tendrás que regresar a tus Tierras, Storm.

— De acuerdo, Milord. —accede Rodrick con una expresión neutra en su rostro.

— Retírense, intentaré de notificárselos a la brevedad... —la mirada del viejo se desvía—... Espero encontrar al Rey en circunstancias adecuadas. —murmura para el mismo.

Rodrick y Tyrek abandonan el lugar de Otto Hightower, uno de ellos dejando ir un suspiro.

— ¿Crees que Aegon o el Comandante lo aprueben? — le pregunta Rodrick al rubio una tanto inquieto.

El león se encoge de hombros.

— No lo sé... Realmente es impredecible las decisiones de Aegon con el cargo en el que se encuentra... ¿Si quiera le interesa algo relacionado con Lady Aerith? Deberíamos pensar en algo alternativo... no tengo buena espina, Rodrick.

Las orbes azules del mencionado ven algo decepcionado al Lannister.

— De ser así... Creo que debería buscar a Lady Stark para despedirme formalmente. —asiente con su cabeza un poco.