Disclaimer: Este fic no seguirá originalmente la historia de HOTD [En la mayoría de los casos] pero si se retomarán algunos acontecimientos de la obra original.
Esta historia no es sobre incesto como TODAS las demás historias de Aemond tf, me avent...
— Mira lo que te han hecho...—los labios de la mujer se fruncen con pena y dolor al pasar las yemas de sus dedos por la piel mayugada del castaño. Sus ojos azules se cristalizan, llenándose de lágrimas. — Mi dulce niño... —murmura con cariño— Esta gente es peor de lo que llegué a imaginar...
Rodrick podía escuchar y reconocer sin falla alguna esa voz que en el pasado llegó a calmarlo y hacerlo sentir tranquilo.
Suavemente el bastardo abre sus ojos con pesadez, casi como si su vida dependiera de ello. Se sorprende y su cuerpo se respinga al realizarlo.
— Me—Melisandre... —murmura a duras penas el Storm, removiéndose en su lugar sin poder creer que tenía a la bruja delante de él. Ella le sonríe con lastima.
— Estoy contigo, apreciado joven. —se inclina y dulcemente le deposita un afectivo beso sobre su frente — Dentro de tus sueños proféticos. — se aparta un poco de él para acariciar su corta cabellera. — Sé lo que te han hecho... y cada uno de ellos lo pagará en la guerra que se avecina. Morirán.
— ¿Lady Aerith Stark estará bien, Milady? —indaga con poco aire Rodrick, aunque se sintiera perfectamente dentro de su sueño.
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La pelirroja endereza su postura y se muestra algo inexpresiva.
— Tiene que aprender a ser una persona más fuerte... La desgracia se avecina y esos dragones serán su perdición. —aclara con una pequeña mueca — Dentro de poco se festejará una ceremonia de despedida, colores negros y verdes opacos cubrirán a Desembarco y su gente saldrá a despedir el cuerpo como con él niño hace no mucho.
Rodrick se muestra con un semblante serio.
— ¿El Rey? —interroga rápidamente, pero esta Melisandre niega con su cabeza.
¿Aemond?
No logró continuar con su pregunta porque repentinamente todo se tornó oscuro y a lo lejos, con eco escuchó la voz de Aerith llamarlo con desesperación.
— ¡Rodrick! ¡Rodrick! —los ojos de la Stark miraban con estrés cómo el muchacho no reaccionaba, pues este había dejado repentinamente de respirar y comenzó a ahogarse.
No obstante, el joven pareció tomar una profunda bocanada de aire, provocando que Aerith dejara de llamarle y agitarle. El Storm comenzó a respirar agitadamente mientras estudiaba su entorno con detenimiento. Al poco tiempo fue consciente del dolor agudo que se apoderaba de todo su cuerpo. Este emite un quejido.
— Rodrick... —murmura Aerith con lágrimas en los ojos. Esta era la primera vez que lo miraba despierto después de varios días desde lo ocurrido.
El mencionado cierra sus ojos fuertemente, buscando fuerzas inexistentes de no demostrar dolor.
— Rodrick... —lo vuelve a llamar esta Aerith esta vez en un hilo de voz, al borde del llanto — Despertaste... —su voz es ahogada por un chillido y rendida cae de rodillas a un costado de él. La castaña sujeta su mano y recarga su frente contra el dorso de esta para comenzar a llorar. — Pensé que jamás volvería a verte despierto —habla contra la piel de su mano—. Ha sido mi culpa, perdón. Yo-Yo nunca pretendí que algo así llegara a ocurrirte. Lo lamento tanto... —eleva su rostro para poder observarlo, mientras sorbe de su nariz.
