El Llanto del Lobo; Aemond Targaryen

Capítulo 49; "It's All About That Bastard!"

AERITH se despierta de golpe, sentándose sobre la cama de la misma forma. Su corazón late velozmente contra su pecho y sus ojos de manera borrosa estudiaron su entorno. Se encontraba en el aposento de Aemond... ¿Cómo? ¿Cómo había llegado hasta ahí?

Preocupada se levanta de su cama en busca de alguna de sus doncellas. Caminando con las puntas de sus pies, Aerith termina por encontrarse con una de las nanas de su hijo, la cual estaba al pendiente de Rhaegar, quien dormida en su cuna.

— Milady. —habla dulcemente la mujer con una sonrisa emotiva.

La Stark pasa saliva y entrecierra sus ojos.

— ¿Q-Qué ocurrió? ¿Cómo he llegado hasta aquí? —inquiere con un pequeño titubeo.

— ¿No lo recuerda? —el entrecejo de la sirvienta se frunce — Se quedó dormida en la biblioteca y el nuevo muchacho de la Guardia Real la ha traído hasta acá. —informa.

La loba luce pensativa. ¿Rodrick había cumplido con las posibles órdenes de Aegon? Era consciente de que lo que había pasado con el Rey no se trataba de un sueño, realmente había ocurrido. Pero ahora seguramente Rodrick sabía perfectamente de lo anterior.

— ¿Donde está Rodrick? —pregunta alarmada esta Aerith.

— El muchacho deberá encontrarse con Ser Arryk o Ser Tyrek Lannister, aún siguen instruyéndolo. —la castaña asiente con su cabeza lentamente — ¿Aemond aún no llega de su reunión con Lords de Riverlands? —pregunta casi al aire.

— No, Milady. Probablemente regrese hasta mañana. Me imagino que deberá estar nerviosa ya que su matrimonio es casi en dos dias. —le sonríe ansiosa la nodriza.

— ¿Dijiste Riverlands? —murmura Aerith apenas audible.

— Sí, Milady. En el castillo más grande de todo poniente, Harrenhal. Se especula qué hay ciertos problemas con la casa Strong... Simon Strong.—no quería alarmarse por la palabras que Heleana le había dicho semanas atrás, pero realmente se sintió aterrada.

— ¿Podrías pedir que me preparen un baño? Yo cuidaré de mi hijo, no te preocupes. —le pide gentilmente, pero con cierto tono y semblante consternado.

Una mujer en Riverlands...

— Sí, Milady.

***

Tras estar tomando un baño en la tina, Aerith había requerido de la presencia urgente de Rodrick Storm, quien al poco tiempo se encontraba cruzando por todo el aposento hasta llegar al cuarto de baño, donde la hermana de Cregan Stark, se encontraba relajadamente sumergida en una agua cálida y llena de sales nutrientes.

— ¿Me llamó? —interroga el castaño, haciendo uso de una armadura provisional en lo que se forjaba la suya.

— ¿Qué fue lo que te dijo Aegon? —fue directa ante su más grande inquietud del momento.

La expresión del Storm continúa siendo neutral.

— No es necesario hablar del tema, Lady Aerith. —vacila el más joven, negándose indirectamente.

— Dímelo. Después de todo no fue en contra de mi consentimiento como veces anteriores en el Norte. Aegon y yo lo acordamos por intereses diferentes. —aclara firmemente. —No hay peso sobre lo qué pasó.

Honestamente Rodrick se muestra bastante sorprendido ante la aclaración de Aerith. Él no era quien para juzgarla, pero verdaderamente se sintió abrumado y descolocado por la confesión.