DxD: El Emperador Jugador

Capítulo 9

Altair había dicho que no solo rompería el orgullo de Rias, sino que también mostraría su verdadera desesperación, pero tiene que admitir que incluso él no esperaba que todo esto sucediera solo por su Torre que había sido gravemente herida por él.

Al mirar a Rias corriendo detrás de Koneko, estaba algo satisfecho consigo mismo, pero sus pensamientos fueron interrumpidos por un mensaje del sistema.

[¡El anfitrión ha subido de nivel!]

[Miembros derrotados: 01/06]

"Parece que no tengo que matar gente para subir de nivel, eso es bueno ..."

Altair temía que necesitaría matar gente para tener que subir de nivel, y eso no sería necesariamente bueno, ya que en niveles más altos era probable que necesitara diezmar ciudades enteras para subir de nivel, además de que al matar a tanta gente probablemente atraería el odio de muchas personas, por lo que eso no sería necesariamente bueno.

Cerrando la ventana que había aparecido frente a él, decidió volver a ver a los miembros del club rescatar a su compañero.

Rias se había arrodillado junto a Koneko y estaba usando magia curativa en un intento de curar al menos las heridas menores de Koneko, pero era obvio por la expresión que estaba haciendo que esto no estaba funcionando muy bien.

Las heridas de Koneko eran demasiado graves para que funcionara la magia curativa simple.

En este momento, Asia, que acababa de llegar junto a Issei, miró la escena con horror, era la primera vez que veía una escena tan aterradora.

En el suelo estaba Koneko, su rostro deformado con muchas heridas externas e internas, y sangre derramándose por todas partes.

Y lo más aterrador fue que Koneko estaba en este estado solo después de recibir tres golpes.

Asia sabía que no podía perder el tiempo, así que rápidamente se arrodilló y comenzó a tratar de curar a su amiga, e incluso con un gran dolor de cabeza siguió curando a Koneko, temerosa de que si no la curaba ahora, perdería a su amiga.

Incluso convocó a su Sacred Gear, llamado Twilight Healing, que era capaz de curar heridas rápidamente, pero sabía que las heridas de su amiga no eran tan simples.

Para Asia, fue un milagro que Koneko todavía estuviera viva, pero aun así el color de la piel de Koneko mostró que en cualquier momento podía morir.

Y en medio de todo esto, Kiba se encontró mirando las nubes perdidas en sus pensamientos.

"Soy patético. Kiba pensó mientras recordaba la pelea que ocurrió hace unos momentos.

Issei y Koneko habían avanzado sin dudarlo, pero aquí estaba, parado allí incapaz de moverse, y Kiba sabía que la razón por la que no podía avanzar sin dudarlo era que tenía miedo, miedo de luchar contra este monstruo que estaba frente a él.

Pero a pesar de que sabía que este monstruo frente a él era fuerte, no debería tener miedo, porque ha enfrentado dificultades similares a lo largo de su vida, pero aquí estaba, temblando de miedo.

"¡Maldita sea!" Kiba apretó la empuñadura de su espada con fuerza mientras apretaba los dientes.

Issei, que estaba mirando, también se regañaba mentalmente cuando se dio cuenta de que era un completo idiota y arrogante.

Se había enamorado de las burlas de su oponente, y ahora su amiga estaba deprimida y ni siquiera podía decir si ella podría vivir más.

"¡Si tan solo no hubiera sido tan imprudente! ¡Maldita sea!" Issei se culpó a sí mismo por actuar imprudentemente, incluso pensó que si hubiera sido más cuidadoso, los resultados podrían haber sido diferentes.