DxD: El Emperador Jugador

Capítulo 57

Altair en este momento estaba mirando a Ingvild en su cama, todavía estaba profundamente dormida y parecía que no se despertaría durante este tiempo, pero Altair ya tenía un plan y sabía exactamente lo que debía hacer.

"Oye, sistema, ¿cómo despierto a Ingvild?"

[Respondiendo al anfitrión, puede pagar 50,000 puntos del sistema para despertar a Ingvild Leviathan]

Esta respuesta del sistema dejó a Altair conmocionado, eso es porque, era casi la mitad de todos los puntos que tenía, pero al final, solo asintió con la cabeza de acuerdo con esta cantidad del sistema, después de todo, para Altair, Ingvild definitivamente vale más de 50,000 puntos.

Y una vez que es capaz de controlar a los dragones, entonces nada más podría interponerse en su camino.

Después de aceptar la propuesta del sistema, se dio cuenta de que la mitad de sus puntos habían desaparecido, esto lo puso un poco triste, después de todo le tomó tres años obtener 100,000 puntos, y ahora la mitad de ellos han desaparecido así.

Vale la pena recordar que Altair completó muchas misiones secundarias en su primera mazmorra, y durante esos tres años, logró hacer alrededor de 50,000 puntos en misiones secundarias, lo que demuestra lo difícil que fue ganar puntos para el sistema.

"Tanto esfuerzo para conseguir puntos, para gastarlos en un solo día..."

Incluso mientras murmuraba estas palabras, la sonrisa en su rostro no ocultaba su felicidad, eso es porque miró a Ingvild intensamente, esperando que la niña se despertara, y no tuvo que esperar mucho, porque pronto vio algunos movimientos en las pestañas de la niña, haciéndole saber que estaba a punto de despertarse.

Ingvild es una chica hermosa, que parece estar en su adolescencia con un aura extravagante. Tiene el pelo largo y morado y ojos naranjas, y un cuerpo muy proporcionado en opinión de Altair.

Altair estaba encantada de ver los ojos de Ingvild, era muy hermosa.

"Hm ... ¿Dónde estoy?"

Esa fue la primera pregunta de Ingvild al despertar. Todo lo que recordaba era tener una enfermedad conocida como enfermedad del sueño, que la hizo entrar en un sueño profundo.

No sabía cuánto tiempo había pasado desde que había entrado en un sueño profundo.

"¿Tal vez mis parientes han encontrado una cura para mi enfermedad?" Pensó emocionada en esa opción, ya que si hubieran encontrado una cura para esta enfermedad muchos demonios podrían volver a vivir.

Altair escuchó algunos murmullos de Ingvild, lo que le hizo dudar sobre qué decirle, pero al final eligió decir la verdad, ya que no podía ocultarlo por mucho tiempo, además, necesitaba que esta chica confiara en él.

"Han pasado cientos de años desde que caíste en coma, de hecho, creo que han pasado más de 300 años ... Además, tu familia... se extinguió debido a la guerra entre las tres facciones ..." Altair dijo esta frase con ligeros suspiros, después de todas las noticias que le dio a Ingvild no fue fácil de ninguna manera, especialmente para alguien que acaba de despertarse después de más de 300 años de sueño.

Ingvild que escuchó esas palabras se sorprendió, no se dio cuenta de que había alguien a su lado.

"¿Quién eres? Además, ¿qué quieres decir con que mi familia se haya extinguido ..." Ella dijo, mientras miraba a Altair con un tono interrogativo.

Tenía la sensación de que fue esta persona frente a ella quien la ayudó a despertar de su enfermedad, pero incluso si ese fuera el caso, no confiaría en alguien tan fácilmente.