capítulo 2

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lα.

Canto a todo volumen "Neverita" de Bad Bunny mientras salgo de la ducha y me enrollo el pelo y el cuerpo en dos toallas.

Me he duchado hoy por la mañana pero no he parado ni un segundo desde que salí de casa a las once. Ahora mismo son las cuatro y media pasadas y me supongo que Pablo estará por llegar.

El timbre suena y voy a abrirle al rey de Roma mientras me hago un bailecito por el camino. Lo veo por la cámara del telefonillo y suelto una risa porque me apetece vacilarlo ya.

—¿Quien es usted y que hace llamando a mi portal?—me intento contener la risa mientras hablo por el telefonillo.

—Deja de hacer el gilipollas y ábreme la puerta Nayla, que me va a dar una puta insolación.—lo escucho refunfuñar haciendo que yo suelte una risa.

—Vale llorón.—digo antes de pulsar el botón de abrir y ver cómo entra en el portal.

Aprovecho mientras sube en el ascensor para ir al baño y coger el cepillo para desenredarme el pelo. Sigo en toalla pero me da igual, ya que no hay ningún tipo de vergüenza entre nosotros a estas alturas.

Le abro la puerta en cuanto llama al timbre y lo dejo pasar mientras cierra la puerta.

—Que guapo me vienes, ¿que vamos a la Fashion Week o que?—le pregunto haciendo que él suelte una risa.

—Más te gustaría.—dice él mientras me da un beso en la mejilla. —Arréglate anda, que hemos quedado en una hora.

—Vale, no tardo.—digo yéndome hacia mi habitación de nuevo. —¡Tienes en la despensa las galletas esas que te gustan!

—¡Por eso te adoro!—lo escucho gritar desde el salón haciéndome soltar una risa.

Me pongo la ropa interior y me quedo delante del armario decidiendo que me voy a poner. Me decido por unos vaqueros sencillos un poco acampanados por la parte de abajo, un body blanco sencillo de manga sisa y las Nike Dunk low rojas y blancas para darle un poco de color al outfit.

Pablo me ha dicho que vamos a ir a casa de uno de sus compañeros de equipo, y que iba a ser algo casual por lo que tampoco me he arreglado demasiado ya que tampoco quiero dar demasiado el cante.

—¿Estás lista ya o te has muerto?—escucho a Pablo mientras lo veo asomarse por la puerta del baño mientras yo me seco el pelo.

Que exagerado es, macho. Si solo lleva esperando media hora.

Suspiro mientras me miro al espejo y apago el secador.

Ya estoy, exagerado.—le digo mientras me echo mi colonia.

—Gracias a Dios, ya pensaba que me iba a morir esperándote.—me dice apoyado en el marco de la puerta.

Bajo la mirada un segundo a sus manos para ver cómo tiene la bolsa de los anacardos que he comprado esta mañana en el súper.

—¡Que no me comas los anacardos, puto rata!—le echo la bronca mientras le doy un golpe en la mano para que deje de comer.

Él me mira indignado mientras yo cojo mi bolso.

—Aún encima que llevo aquí esperando una hora a que te arregles me vas a echar la bronca por robarte dos anacardos, la única rata aquí eres tú, Naylita.—dice él mientras me revuelve el pelo.

—Deja la bolsa ahí y vamonos ya, que quiero causar buena impresión y no llegar tarde como tú todos los putos días.—le digo mientras voy a por mis llaves.

RENDICIÓN ; pedri gonzález. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora