II (Editado)

51.6K 3.5K 956
                                    

  Besame y desnudame al son de una canción de amor, para que consumamos las ganas que nos tenemos.

    —Crystal Rodríguez.

    ¿Qué?

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.


    ¿Qué?

   ¿Enzo Rinaldi?

    He estado hablando con el narcotraficante más grande del mundo y no lo me di cuenta porque el maldito ha estado engañando a la CIA.

   Este día no podría haber comenzado peor.

   ¿Cómo él actúa tan calmado?

   ¿No debería ser agresivo como todos los mafiosos suelen ser?

    ¿Cómo no pude reconocerlo?

   Realmente se ve muy diferente a como se ve en las fotos, así que ni en sueños lo reconocería.

    La primera persona con la que me cruzo en este día es con él y no entiendo como puede suceder.

    ¿En qué me he metido?

   —Perdón, ¿está bien? —pregunta Enzo sacándome de mis pensamientos.

    Alejo mi cuerpo de él, dando dos pasos hacia atrás.

   ¿Con que se está haciendo el chistoso? Debe creer que soy una persona normal hablando con él.

    —Si, lo estoy. —expreso seriamente aunque algo aturdida.—. De hecho vine a una entrevista de trabajo de su empresa.

    Él, al escuchar esto solo arquea una ceja, mientras me mira fijamente, para luego sonreirme como si me estuviera haciendo de menos, tal vez porque soy mujer.

    —No necesitamos personal en la recepción, a menos que... —cambia la expresión de su rostro a una neutral—, venga por el puesto de escolta.

   Arrogante.

   Si antes lo odiaba por lo que le hizo a mi familia, ahora más lo odio.

   ¿Cree que una mujer no puede ser escolta? Muchas mujeres van a la armada y son mejores que muchos hombres y en mi caso, soy mayor general, casi teniente general, esto claramente dice que soy competente en este trabajo.

    —Si, vengo para ese puesto. Si usted revisa mi curriculum podrá ver lo competente que soy para este trabajo. —señalo alteneramente arqueando una ceja, mientras lo miro con prepotencia.

    Él me mira desde abajo hacia arriba y lentamente se gira para comenzar a caminar.

    —Sigame. Hablaremos en mi oficina. —espeta sin detenerse.

    Empiezo a caminar detrás de él, siguiendo sus pasos lentamente.

    La farmacéutica es como lo creí. Un lugar frío con colores tan neutro que cualquiera que entre pensará que está en una clínica psiquiatra.

IMPERIO RINALDI© (1 LIBRO DE LA BILOGIA IMPERIO) [+18]Where stories live. Discover now