XV

28.4K 2.1K 274
                                    

¿Quién dijo que hasta el hombre más insensible del mundo, puede llegar a enamorarse de una mujer solo por su forma de pensar? Yo me enamoré de ella desde que la vi, pero es un pecado confesar. Es un pecado intentarlo.

-Enzo Rinaldi.

    Estoy tan dolida por lo que le sucedió a Enzo, además de adolorida por todo lo que he pasado hoy

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

    Estoy tan dolida por lo que le sucedió a Enzo, además de adolorida por todo lo que he pasado hoy. Ni siquiera he tenido un día completo para recuperarme.

    Sonrío inconscientemente porque a la hora que Enzo y yo tuvimos relaciones sexuales, todos los dolores que tengo, desaparecieron de inmediato. Nunca me había sentido tan completa, mis ultimos encuentros sexuales fueron casuales y aburridos, tanto que me sentía aún más sola después que acababa.

    Oigo los pasos en el pasillo, escucho cómo corren de lado a lado, la situación que se ha presentado es más que inusual. Tengo por visto que Enzo nunca había sido disparado por ninguna persona, pero entro yo a su vida y muere de inmediato.

    Me levanto del suelo y sosteniendo mi cuerpo con mi mano recargada del borde del escritorio, intento ver que es lo que sucede a fueras de la casa. Escucho a la ambulancia acercarse y en ese instante sentí que mi corazón palpitó más rápido de lo que lo hacía. Desde la ventana observo como colocan el cuerpo de Enzo en la camilla y lo suben rápidamente a la ambulancia. Escucho como susurran palabras que no lo logro escuchar muy bien.

    —¿Está vivo? —pregunta uno de sus hombres.

   —Tiene el pulso muy bajo, debemos llevarlo al hospital más cercano, sino morirá de inmediato. —es lo único que dice el paramedico porque cierra las dos puertas de la ambulancia y de inmediato se empieza a mover lejos de la casa.

    ¿Enzo está vivo?

    ¿Su pulso está muy bajo y por eso pensé que estaba muerto?

    Necesito una respuesta inmediata a esas preguntas que atormentan mi cabeza.

   —¡Señora! ¡Señora! ¿Dónde está? —pregunta la voz de un hombre, acercándose a la oficina de Enzo.

    En mi cabeza creo que busca a la ama de llaves, hasta que el hombre se detiene en frente de la puerta y con sus manos me insta a caminar.

    —A usted llamo. Usted es la señora Rinaldi, Enzo nos dio órdenes inmediatas de que si algo le pasara, la quería a usted a su lado.

   ¿Qué?

    Estoy anonadada. No he firmado el acta matrimonial con Enzo, por lo tanto no entiendo porque este hombre me llama Señora Rinaldi. Debo de admitir que queda muy bien con mi nombre, pero aún no es el momento y nunca lo será. Lo mío con Enzo es una calentura, una fuga de hormonas que quieren ser saciadas por él, nada más. Eso de ser su esposa verdadera no es lo que yo pretendía, solo pretendo ser la falsa por el momento.

IMPERIO RINALDI© (1 LIBRO DE LA BILOGIA IMPERIO) [+18]Where stories live. Discover now