XVII

34.3K 2K 228
                                    

A veces queremos cambiar por las personas que amamos, pero tal vez ellos solo quieren entendernos y mejorarnos, no cambiarnos.

-Crystal Upia.

    Cuando se repartió la suerte, al parecer me quedé afuera porque no tengo ni la mitad

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

    Cuando se repartió la suerte, al parecer me quedé afuera porque no tengo ni la mitad.

   Corro lo más que puedo, obviamente lastimandome la herida al hacerlo. El dolor interno me supera y cuando voy a detenerme corriendo el riesgo de que me disparen, Enzo me sostiene y me ayuda a seguir corriendo.

   Llegamos hasta los autos de Giovanni y de Enzo, entonces allí nos escondemos, evitando los disparos ya que los autos son anti-balas.

   —¿Estás bien, Enzo? —le pregunto a Enzo con una mano en mi pecho.

   Él no me contesta al instante, sino que se toma su tiempo para respirar ya que imagino que su corazón está muy alterado. Tose un poco y respira aún más fuerte.

   —¿Cómo estás tú? ¿Te duele el pie y la pierna? —pregunta preocupado, ya que estoy aguantando el peso de mi cuerpo con un solo pie, estando recostada del vehículo.

    Doy un suspiro fuerte y luego un respingo por otro disparo que envían hacia nosotros.

   —¿Qué haremos? —pregunto.

   Enzo mira inmediatamente a su hermano, esperando a qué él diga que está pasando por su cabeza.

   Giovanni se separa de la Jeepeta Ford y abriendo la puerta del copiloto, levanta el asiento y saca dos granadas.

    —¿Ves ese lado? —le pregunta Giovanni a Enzo señalandole la esquina de la basura.

    Los hombres que están disparando están situados detrás del bote de basura, esquivando los disparos de los escoltas de Giovanni y de los de Enzo.

   —Tira esa granada hacia allá. Hazlo como cuando jugábamos béisbol y tu lanzabas la pelota tan lejos que no la encontrábamos por media hora. —Giovanni mira a Enzo con la expresión de "hazlo bien o nos chingamos"—. Sé que puedes. -me entrega la granada.

   —¿Y yo que haré? pregunto.

   —Tú conducirás para que así cuando nos escapemos, si aparece otra tropa de ellos, así podré tirar la última granada y deshacernos de esos malditos. —Giovanni levanta la cabeza para mirar por donde podemos escapar—. Vamos, súbete. —sostiene mi brazo para ayudarme.

   Enzo.

   Tenía que ser Enzo quien arruinara todo.

   —¿Estoy tuerto o qué, Giovanni? —le pregunta Enzo a Giovanni. Su actitud me da a demostrar de que Enzo está celoso.

   —Vamos hermano, solo trato de ser buen cuñado. —responde Giovanni un poco jocoso, agregando más tensión al ambiente, mientras suenan los disparos chocando con los autos.

IMPERIO RINALDI© (1 LIBRO DE LA BILOGIA IMPERIO) [+18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora