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-¿qué tanto esperas ahí Todoroki kun?
Uraraka lo ve confundida como el omega bicolor estaba sentado en una banca fuera de la escuela, ya era la hora de salida y todos corrían desesperados a sus casa, incluyéndola a ella-¿no era que no podrías entrenar Kyudo hasta dentro de una semana?

-si, solo debo hacer un proyecto y espero a...-piensa si es buena idea decirle a quien espera-a alguien.

-ya veo-Uraraka asiente viéndolo sospechosa, aún había alumnos al rededor pero poco a poco la escuela se quedaba vacía-¿ha quien esperas?

-Bueno...espero a...

-¿ya nos vamos?

Uraraka brinca del susto por la repentina voz que suena atrás de ella, voltea con lentitud y observa a Midoriya Izuku justo atrás de ella, tiembla por la mirada seria que le da de reojo debajo de aquellos lentes, quien diría que un beta con pinta de nerd podía ser tan intimidante, Midoriya no le presta más atención de la necesaria antes de ver hacia Shōto.

-si-Shōto asiente hacia él beta tomando con rapidez sus cosas-hasta luego Uraraka-se despide de la castaña.

-adiós-se despide aún algo pasmada la omega, ve como el omega camina junto a Midoriya, parecía bastante cómodo, lo podía oler en sus feromonas.

El olor a rosas se hacía levemente más dulce y parecía revolotear al rededor del beta peliverde como si quisiera acaparar toda su atención.

-¡Todoroki kun!-no puede evitar sentirse preocupada por el chico.

-¿si?-le voltea a ver esperando que la castaña continúe, atrás de él, Midoriya ve a Ochaco recelosamente, Uraraka traga saliva y vuelve la mirada a Shōto-ve con cuidado, por favor.

Shōto asiente sin saber el porque los nervios de su amiga, o mas bien, sin querer ver el porque de estos.

-lo tendré.

Y con eso siguen su camino calle arriba, el camino era silencioso, eran las dos y media de la tarde pero el sol era tapado por grandes nubarrones grises que se apoderaban del cielo.

-esa de ahí, ¿es una gaviota?-apunta un poste donde el ave se percha en la punta.

-si, ¿que nunca habías visto una? Estamos en la costa, obvio verás alguna en cualquier momento.

-no salgo mucho de mi casa-le hace saber-voy de mi casa a la escuela y después a mi casa de nuevo.

-tss-chista los dientes burlándose despistadamente, pero no tanto para que Shōto lo pase desapercibido.

-no te burles, estoy seguro que tú tampoco sales mucho de la biblioteca.

-no me interesa si me dices que soy una rata de biblioteca-no le toma importancia-al menos no voy al punto en que nunca he visto una gaviota antes.

-ja-se cruza de brazos indignado.

Izuku casi ríe de aquella boba expresión, en vez de eso apunta hacia el frente terminado la calle.

-si miras bien, la costa no queda lejos, desde aquí puedes alcanzar a ver el mar.

Shōto estira el cuello lo más que puede, observando una mancha azul al final de la calle, abre los ojos sorprendido.

¿Ese era el mar? Se veía sorprendente desde donde estaba, ¿cómo se vería si se acercaba más aún?

-¡hey! ¿a donde vas?

Midoriya lo jala cuando Shōto sin darse cuenta ya caminaba hacia el frente.

-¿podemos acercarnos más? Quiero ver el mar más cerca.

Entre Pinos y Rosas -DekutodoOpowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz