Un viernes que había empezado bien, se había levantado temprano y emocionado.
Todo gracias a una sola persona, era peliverde, amargado y pecoso, con la cual tendría una "cita", si así podía llamarle vergonzosamente en su cabeza.
Pero todo parecía haber empezado con el pie izquierdo, cuando llegó muy distraído pensando como saludaría a Izuku esa mañana, como para ver que Shinsō Hitoshi estaba presente en el mismo salón de clases que ellos.
En SU asiento JUNTO a Izuku.
Su cuerpo se había tensado como un cubo de hielo en la entrada del salón, observando como ambos platicaban serena y cómodamente.
Pero después de calmarse un poco y desviar la mirada respiro profundamente, demasiado diría él, antes de poder avanzar hasta quedar frente a ambos chicos, aunque Shinso le daba la espalda pues hablaba muy concentrado con Izuku.
Carraspea con la mirada en la mesa pero logra llamar la atención de ambos.
-Shōto, haz llegado-Izuku se levanta rápido al notarlo, ve donde Shinsō y espera que este se levante pues no le dejaba pasar.
Shinsō sonríe de forma apretada y se levanta tomando su mochila. Sede el paso a Izuku y este se acerca tomando desprevenido a Shōto con un beso en la mejilla.
-lo siento Shinsō, este es el lugar de Shōto.
El pelimorado asiente-lo comprendo totalmente, perdona Todoroki-palmea su hombro y él asiente sin verlo-solo nos metimos en la plática.
-si, eso pasó-Izuku asiente-frente a nosotros hay un lugar Shinsō, puedes tomarlo y si tienes alguna duda estaremos aquí.
-Gracias Izuku, sabes que mi vista no es buena de lejos.
"Compra unos lentes entonces" quiere decir Shōto pero se limita a asentir y ver su libro tamborileando sus dedos en la mesa.
Shinsō lo nota pero no dice nada y solo se voltea para sacar sus libros pues el profe llegaba al aula, pero se vuelve a dar la vuelta pronto.
-¿podrías pásarme los apuntes Izuku?
-te prestaré mi libro terminando la clase.
Serían las tres horas más largas de su vida.
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El receso no fue mejor, Shinsō ya estaba sentado junto a Izuku y aunque este le hacía señales para que se acercará Shōto negaba y antes de que Izuku pudiera pararse él ya huía sintiendo como aquellos sentimientos pesaban cada vez más sobre si.
No podía decirle nada a Izuku, no podía, no sabía si hacerlo estaría bien, ¿decirle a Midoriya con quien si y con quien no juntarse? Aún si Shinsō y él eran ex pareja Izuku le había dicho como habían sido amigos de la infancia después de que Bakugō se había ido a un campamento de verano cuando tenían 12 años.
