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-Bakugō-nombra con admiración la castaña, agarra aire cuando le da una mirada de soslayo y esa sonrisa ladina que le dice que todo estará bien. 

La platica que tuvo con Shōto hace días viene a su mente "Bakugō es un impertinente, puedes desconocerlo en cualquier momento" Siente su estómago hacerle un nudo sintiéndose mal por lo que dijo antes.

"no creo que Bakugō sea malo, solo le falta un poco de tacto" recuerda las palabras de Todoroki y pensaba ¿por qué lo defiende tanto?

-te moleré la cara rata de alcantarilla por querer tocar a cara redonda y a Tokyo. 

Y vaya que tenía razón que le faltaba tacto, pero al final de cuentas él estaba ahí, defendiendo a ambos, rabioso por querer tocarlos a ambos, a pesar de que no estaba segura de que Bakugō si quiera la haya notado alguna vez en todo lo que lleva de la preparatoria.

"en otras palabras es un total bruto" y si, él era un bruto

"él me ha ayudado"

Pero les estaba ayudando.

-¡waa!-salta asustada hacia atrás jalando a Shōto con ella cuando Bakugō salta hacia Dabi y le da el primer golpe. 

Ambos se revuelcan en el suelo, tirando puños con furia y coraje, Ochaco piensa que si fueran perros saldrían pelos y saliva por todos lados.

La multitud aprovecha el descuido de Touya y huyen de ahí, Ochaco está por hacer lo mismo, deben alejarse pues las feromonas empiezan a formar una nube que pronto los mareará por la intensidad de ella. Pero hay un problema cuando Shōto se resiste, aferra sus manos y rodillas al suelo.

-Sho-Shōto kun, debemos alejarnos, es peligroso.

Shōto no la escucha, solo ve la pelea y niega, ya no más, ya no quiere más peleas, esta harto de ver daño tras daño que es provocado por él.

-basta.

"¿Por que siempre es por mi culpa?"

-¡deténganse!-toma fuerzas y se levanta corriendo hacia ellos sacándose del agarre de Ochaco.

-¡Shōto kun!

Ochaco trata de ir tras él pero sus amigos que habían llegado la alejan para estar seguros.

-¡ya no más por favor! ¡Se van a matar!-ve como se golpean uno al otro con horror, la sangre salpicada en el suelo, no sabes si es de ambos o quizás hasta de él. 

Estaba aterrado, asustado, demasiado, le temblaban las rodillas pero no puede evitar caminar hasta el primero que ve jalando su playera para alejarlo sin éxito.

Solo consigue un fuerte empujón hacia atrás y por suerte no se llevo un golpe que pudo haber sido brutal.

Ya no se levanta, se hace bolita en el suelo y el olor a albaca y a maple se hacen tan fuertes a su alrededor que ninguna alma estaba en el área.

Y él no lo pudo retener más, no quería, se negaba a soltar ese pequeño gemido de omega, que por más silencioso que sonara, sería escuchado, y tenía miedo que sería lo que pasaría, porque tenía una idea de aquello. 

-de-detenlos por favor.

No pasa mucho tiempo después del llamado, por un momento teme que no sería atendido y su corazón se terminaría de romper.

Pero ahí estaba, alto e imponente frente suyo, escucha los gruñidos y el olor a pino se vuelve amargo y picoso a su alrededor.

Había regresado.

Entre Pinos y Rosas -DekutodoWhere stories live. Discover now