Parte 12.

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Cuando regresó al colegio y se reencontró con Lauren, algunas noches en las que susurraban contándose cualquier tontería, Camila sopesó la posibilidad de contarle que había dado su primer beso, pero no se atrevió. Al fin y al cabo, Lauren tampoco le contaba lo de sus novios. 

¡Gracias al cielo no lo hacía!

Y esperaba no tener que verla de nuevo besándose con alguien. Prefería que le sacaran los ojos, seguramente dolería menos.

La lucha interior de Camila con sus sentimientos se había hecho más intensa porque Lauren se lo estaba haciendo más difícil. Había empezado a pasar más tiempo con ella, estaba más pendiente de sus necesidades. Era como si estuvieran de regreso a su primer año.

Una tarde en el refugio, Lauren sacó un cigarro y lo encendió. Tras algunas bocanadas, centró su verde mirada en la menor.

_Tengo una noticia que darte. -Le dijo misteriosa y Camila se sentó derecha con el estómago revuelto.

Lauren sacó de su mochila un sobre largo y Camila de inmediato contuvo la respiración.

_Me contestaron de la NYU. -Le dijo.

_¿Te admitieron? -Ansiosa, inquirió la menor.

Lauren se encogió de hombros a la vez que sacudía el sobre a la altura de su rostro.

-Necesito que hagamos esto juntas. -Le dijo. _Para no morir sola en caso de que no me hayan admitido.

Camila como pudo, le sonrió y le tomó la mano.

_Tienes más opciones si te rechazaron en esta. -Le habló tranquilizadora. _No es el fin del mundo.

_Pero quiero esta para poder venir a visitarte. -Le dijo encaprichada y Camila sintió el corazón palpitar.

¡Maldita sea, cómo no quererla!

_Pues abrámoslo y salgamos de dudas. -Decidió Camila con firmeza.

Lauren le entregó el sobre y Camila lo rasgó, sacando el documento que desdobló con nerviosismo.

_¿Qué dice? -Inquirió Lauren cada vez más ansiosa.

_La Universidad de New York se complace en informarle que la Escuela de Bellas Artes adscrita a esta institución, tiene un puesto para usted en el programa....

Camila no siguió leyendo y lanzó la carta al aire antes de fundirse con Lauren en un abrazo a la vez que se reían histéricamente.

_Lo lograste, lo lograste. -Le dijo Camila emocionada.

_Oh, Dios mío, lo hice. -Asintió Lauren. 

Y se volvieron a abrazar.

_Deberíamos emborracharnos. -Le dijo Lauren eufórica y Camila la empujó.

_Claro, hazte expulsar antes de graduarte. -La reprendió Camila y la mayor se rio, estaba tan feliz que no le importaría meterse en problemas.

Instantes después y más calmada, Lauren buscó la carta y la leyó completa. La NYU le había otorgado una oferta de beca incondicional, lo cual era como un sueño hecho realidad, porque significaba que surtida la investigación exhaustiva por parte de la institución, había sido admitida sin tener que presentar más exámenes o entrevistas. Ya era definitivo, su cupo estaba asegurado.


En lo sucesivo, Lauren volcó toda su atención en Camila. Dos hechos la habían exhortado a buscar constantemente su compañía. En primer lugar, el vacío que sintió en las casi dos semanas que estuvo fuera por "enfermedad" le hicieron valorar más su presencía y en segundo lugar, la nostalgia que había empezado a tener por su próxima graduación. Quería aprovechar al máximo su compañía y se hicieron inseparables como en el primer año en el que llegó la menor.

SeculorumWhere stories live. Discover now