II - Kasen (Parte 2)

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Tomo asiento en la cama. Me saco las botas y relajo mi cuello. El lugar es silencioso, tal y como me gusta, no hay distracciones, o bullicio, este es mi momento de reflexión antes del estruendo. Me tomo un momento para repasar el plan en mi cabeza, observo el traje sobre la cómoda, mis armas a un lado, la bolsa de monedas de oro sobre la mesa junto a la cama y mi mente no pierde tiempo en viajar al encuentro de esta tarde con esa bruja. Suelto una risa baja denotando molestia y recuerdo el papel arrugado en el bolsillo.

Quemándome con curiosidad por ver lo que está impreso. Suspiro y lo tomo entre mis manos abriéndolo de par en par. En él, el retrato de una mujer me recibe. No parece mayor de veinticinco. Sus ojos redondeados están enmarcados por unas pestañas abundantes, sus mejillas apenas regordetas, labios carnosos y una mandíbula fina y delicada. La observo con cuidado, como si la estudiara, como si este solo dibujo estuviera dándome un mensaje.

Bufo y cierro los ojos reprochándome en silencio. Esto no es más que pura mierda. Apuesto a que le gustó burlarse de mí un rato, sé que nadie más se atrevería a hacerlo en mi cara, incluso podría asegurar que ni siquiera lo harían a mis espaldas.

Siento que apenas dormí diez minutos cuando mi mente me dice que es hora de despertar.

La luz molesta a través de la ventana me anuncia el comienzo de un nuevo día y lo detesto. Soy una persona que ama la noche, me siento más cómodo cuando nadie puede verme, cuando soy yo quien los acecha a escondidas. Cuando me convierto en una mancha más, imperceptible ante sus ojos. Y lo peor de las mañanas es el despertar luego de un sueño, o pesadillas como en mi caso.

Son recurrentes, como una película que se burla de mí reproduciéndose cada vez que cierro los ojos. Son sobre ellos, sobre el día en que murieron, el día en que los vi morir frente a mí. Esa es la razón por la que hago lo hago, porque me arrebataron todo y quiero que paguen por ello.

Pero esta vez fue diferente. El sueño que acabo de tener no tiene nada que ver con ellos aunque para ser honesto, lo hubiera preferido así. Al menos ya es algo familiar para mí, pero esto no.

Soñé con ella. Con la chica del dibujo. Esa maldita bruja logró meterse en mi cabeza y confundirla. Ni siquiera recuerdo qué fue, sólo sé que la vi. Los trazos cobraron vida y se trasformaron en una alucinación divina, como si fuese una visión. Sólo vi su rostro, sonriendo, y eso me enfurece aún más.

Estás estresado, es eso, me repito a mí mismo mientras me preparo para dejar mi cuarto. El edificio fue diseñado para albergar a los guardias que protegen al rey. Cada quien cuenta con un pequeño espacio para sí mismo con lo necesario. El baño es compartido por lo que a veces eso puede llegar a ser un problema. Las paredes de bloques de concreto hacen que la iluminación sea escasa de no ser por algunas pequeñas ventanas distribuidas de manera desordenada, como la que tengo en mi cuarto junto al soporte para velas a un lado de mi cama.

Apenas doy un paso fuera de la habitación, la presencia de Venn me sorprende. "Su Majestad requiere tu presencia ahora," dice pasando de mí para seguir caminando por el pasillo.

"Te advertí que me trataras como a un superior," respondo con molestia.

"Cuando lo seas, consideraré tu petición." Ni siquiera me dirige la mirada pero puedo ver una sonrisa pícara como las que siempre hace cuando cree salirse con la suya. Venn es uno de los más jóvenes. Su padre lo envió a trabajar para el rey, y aunque el chico se rehusaba por completo a cumplir con sus órdenes, terminó por complacerlo. El motivo no es conocido pero su forma de soportar este castigo impuesto es el de ser un grano en el culo para todos. Uno día de estos alguien le dará su merecido y ese será un antes y después para él. Lo espero con ansias.

Moon Ring - Serie Moon Ring © (Libro #1)✔Where stories live. Discover now