XVI - Melvin

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Si Vera tiene razón, Fredich y Sid puede que estén actuando a espaldas del rey. Seguramente es la razón por la que no lo recibió en el palacio y no creo que la excusa sea porque son tan amigos que decidieron salir a festejar. Si escribiera una historia para el boletín de noticias oficial de mañana probablemente aparecería colgado al día siguiente, pero ¿sería fascinante? No la parte de ser colgado sino el desenmascarar a alguien tan allegado a nuestro gobernante, si es que Fredich tiene algo que esconder.

No hace falta ser un experto o tener un instinto desarrollado para darme cuenta que no estoy solo, alguien espera por mí. Y termino por confirmarlo cuando soy arrastrado hacia un callejón siendo aprisionado contra la pared de ladrillos.

Sonrío mirando sus ojos, ocultos bajo largas pestañas rubias. "Si esta es tu forma de saludar temo decirte que necesitas práctica."

Sid permanece firme con su agarre, no voy a huir si eso es lo que creer.

"¿Crees que no me di cuenta de que estábamos siendo vigilados en el bar?" Expresa como si estuviera tirando veneno de su boca. Está furioso. Si hay algo que odia es eso, el sentirse observado en su propio juego.

"¿Vigilados?" Pregunto entrecerrando los ojos. "¿Por quién exactamente? ¿La chica en la mesa junto a una de las ventanas que coqueteaba con ese hombre mientras miraba sobre su hombro a una posible presa o el hombre de la barra que mordía semillas mientras pretendía observar el cartel de Se Busca?"

Suelta una pequeña risita y me suelta dando un paso hacia atrás.

"No te hagas el listo," advierte.

Sonrío ampliamente. Estoy jugando tanto con el que puede que termine siendo golpeado este noche pero no puedo evitarlo, me agrada tener el control de la situación. "El hecho de que me creas listo es un gran cumplido."

Hace caso omiso a mis palabras.

"¿Quién era la chica con la que estabas?"

Ah, Vera. Por supuesto iba a preguntar por ella.

"¿Celoso?" Mi pregunta lo enfada aún más. Odia cuando no recibe las respuestas que quiere. Sid es muy bueno en llevar y traer información pero también es bueno guardando secretos, no va a decirme que vino a hacer y yo tampoco le voy a dar con el gusto. "¿Cómo voy a saberlo?" Muevo la cabeza estirando mí cuello. "La encontré por la calle, le invité un trago, hablamos y terminó rechazándome, voy en busca de alguien más interesante." Doy unos golpecitos en su hombro, deshaciéndome de unas arrugas en su camisa. "Deberías hacer lo mismo, aprovecha una noche de diversión pareces muy estresado."

Aparta mi mano de una sola vez.

"Sigues siendo el mismo imbécil de lengua larga de siempre." Sonrío mostrando los dientes.

"Me gusta hablar casi tanto como escribir," afirmo. "No sabía que eras conocido de Fredich Nielsen. Parece buena persona."

Bufa en voz alta. "No me hagas reír."

"¿Te contó algo interesante?" Lo presiono. "¿Tienes material para un nuevo libro de historias cortas?" Levanto las manos. "Prometo dejar a la fuente en el anonimato."

Me observa con seriedad. "Sólo voy a decir una cosa y tómalo como una advertencia sólo porque tu padre me ayudó muchas veces, no te metas donde no te llaman."

La sola mención de ese hombre cambia mi humor por completo.

"Primero que nada, no me debes nada porque no estoy relacionado a él desde que firmó un acuerdo de separación con mi madre," exclamo con frialdad, "lo único que compartimos es la sangre y el carácter de justicia. Y segundo," muevo la mano en el aire, "las mejores aventuras son las más peligrosas. Tu deberías saberlo mejor que nadie."

El hombre ha sido atacado varias veces, torturado, estuvo en la milicia. No hay nada peligroso que no haya hecho para terminar siendo un mensajero. El conoce de peligros y sabe dónde se está metiendo al ser relacionado con los más poderosos del país. No me sorprendería que también haga trabajos para Arlen, estoy seguro que Sid sabe más de lo que cuenta y su mente es lo que más me importa ahora.

Cuando uno tiene información útil a la mano, puede utilizarla en los momentos precisos para conseguir más cosas de lo que uno imagina. Aunque también se arriesga a ser perseguido y/o asesinado en el camino.

"Terminarás aplastado por tu propio ego e ignorancia."

Frunzo los labios y niego con un dedo.

"No, no. Ignorancia no," hablo. "Si hay algo que no soporto es eso." La sola idea de no conocer es lo que me lleva a la locura, es por eso que leo y busco con afán, me gusta conocer, me gusta aprender. "Necesito otro trago, ¿tú no? Vamos a la taberna de Rudy, yo invito," lo animo pero me da un último vistazo antes de acomodarse el chaleco azul oscuro que lleva.

"Considérate avisado." Sin más, sale del callejón y empieza a alejarse de mí.

"¡Fuerte y claro!" Exclamo a modo de despedida.

De verdad necesito otro trago.


Moon Ring - Serie Moon Ring © (Libro #1)✔Where stories live. Discover now