XXXII - Vera

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"Sabes que voy a estar aquí siempre que lo necesites, ¿verdad?" Maire sostiene mi mano mientras nos encontramos sentadas en su pequeña sala de estar. Con mamá fuera del Haemovia y Wallen en el palacio mi casa le queda muy grande a una sola persona por lo que decidí aceptar su invitación a tomar el té.

Asiento manteniendo mis ojos en la taza frente a mí.

"¿Deberíamos empacar y marcharnos?" Eso hace que fije mis ojos en ella.

"Huir no está en tus planes." Maire me regala una sonrisa y empuja mi hombro con delicadeza.

"Pero puede que en los tuyos sí." Si supiera las tantas veces en que pensé en correr lejos, transformarme en un ave y volar sin mirar atrás. De esa forma posiblemente pueda ser capaz de liberarme de todo lo que me aqueja, ser un ave libre. No hay otra cosa que anhele más que curar mi alma herida y tensionada.

"Creí que querías encontrar un esposo aquí."

Frunce sus labios antes de responder. "Puede que encuentre algo mejor en otro lugar." Toma la pava y se sirve un poco más del té de rosas que preparó con mucho cuidado. Maire sería una increíble esposa y madre. Su carácter servicial, prudente, cuidadoso y amoroso son unas cualidades excepcionales para ello. Muchos lo dicen, incluso yo, pero eso me pone del lado estereotipado del que siempre intento alejarme. Una mujer no necesita tener ese tipo exacto de personalidad para ser una buena esposa y madre. Todo se resume a intentarlo, quererlo y aceptarlo. "¿Has hablado ya con Melvin?"

Asiento. "Su madre no quiere apresurar las cosas como antes, y él me dio tiempo para reponerme." Luego de que la noticia se supiera, Melvin se comportó como un verdadero soporte ante mi quebrantado ánimo. Se ocupó de que no me sintiera tan sola luego de que mamá tomara el carruaje hacia (lugar) Puede que técnicamente estemos comprometidos y deba adherirse a su papel como tal, pero es un buen amigo, persona y hombre cuando se lo propone. "Al menos tienen empatía ante esta situación."

La conversación se torna en un silencio momentáneo hasta que mi amiga vuelve a hablar.

"¿Aún no hay noticias sobre quién pudo haberlo hecho?" Pregunta con cuidado. "¿Wallen pudo averiguar algo?"

Siento como poco a poco los sucesos de los días pasados aparecen como imágenes cargadas de un dolor agudo frente a mis ojos.

¿Cómo puedo decirle lo que sé cuando la herida sigue cortando todo dentro de mí? ¿Cómo voy a mirarla a los ojos y decirle que conozco al asesino de mi padre sin sentir vergüenza y rabia hacia mí misma?

"No, nada," contesto en voz baja.

Maire vuelve a tomar mis manos, esta vez con mayor firmeza. "El culpable pagará por ello, Vee." Sus ojos azules me observan con calidez, aquella calidez que he añorado por días. "Vas a tener tu descanso."

Le doy una pequeña sonrisa seguida por un suspiro.

"Quiero caminar un poco," digo. "¿Te parece si damos una vuelta?"

Mi propuesta parece ponerla de mejor humor, al menos de esa manera podré distraerme y evitar pensar en cosas por un momento. "Claro."



"Si las combino tal vez cree una flor nueva y la venderé por montones hasta tener tanto oro que tendré que regalarlo porque no sabría en qué usarlo." Río ante su idea, pero si el plan llega a funcionar sólo espero que no se olvide de mí y de que yo contribuí a su jardinería experimental regando las plantas.

Moon Ring - Serie Moon Ring © (Libro #1)✔Where stories live. Discover now