IX - Kasen

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El colgante que estaba decorando la capa de la chica ahora yace en la palma de mi mano. Es un dije de plata oxidado con una inscripción imposible de leer por su antigüedad, y de seguro no posee valor alguno pero puede que tenga valor sentimental para ella. Si es así, volverá por él, hasta entonces lo guardaré muy bien y pretenderé que no lo vi.

Cuando era niño viví con un hombre maestro del engaño y el robo, Callum. Nadie nunca se enteraba al momento en que él tomaba algo de ellos, era tan cómico ver la escena desde afuera. Hablaba con ellos, los distraía y su mano era tan rápida que debías mirar con atención al momento de la jugada maestra, y ni así lograbas captar el momento exacto. Me hizo su protegido cuando quise robarle a él y me reprochó las cosas que hice mal, enlistándolas una por una en un discurso sin terminar.

Dijo que lo pensaba demasiado y que de esa forma mi cerebro me traicionaba haciéndome más lento y despistado. Dicho eso me enseñó la forma apropiada de hacerlo y lo practiqué con él unas cuantas veces hasta que un logré quitarle una moneda cuando hacía su acto frente a un hombre de descendencia noble mientras estábamos en el centro del pueblo.

Lo notó cuando estábamos llegando a su casa. Se rió y me felicitó dándome una palmada en el hombro, luego me invitó a dormir y más tarde me encontraba residiendo en una esquina del depósito donde vivía. Me alimentó, dio asilo y me mostró las pautas necesarias para sobrevivir, siendo esa mi vida hasta que murió de un ataque al corazón dejándome completamente sólo, de nuevo. Ahí fue cuando conocí a Silas, el hijo de un panadero adicto a las apuestas, que no tenía un buen prospecto en la vida y cuya reputación se fue al caño una vez que empezó a juntarse conmigo.

Cuando cumplió la mayoría de edad decidió dejar su hogar y venirse conmigo aun sabiendo que yo no tenía donde ir, ni siquiera dónde caer muerto. Pero aun así no me abandonó y los siguientes meses fueron un dolor en el culo hasta que mi desafortunado encuentro con el guardia del rey me llevó hasta donde estoy ahora, una maldita escoria vendiendo a un reino para su destrucción.

Mis padres estarían orgullosos.

La única respuesta que trajo Darneld de Arlen es un corto mensaje donde me pide que averigüe el paradero del libro de Thyre. Arlen ha hablado mucho de eso durante los últimos meses y del como su hermano es el único que lo posee. Él no sabe que sé de sus conversaciones privadas lo que me da un poco de ventaja al saber que si es tan preciado para ambos debe ser un pez gordo y yo tengo muchas ganas de pescar.

Arlen lo quiere, cueste lo que cueste. Quiere que lo consiga para él sin importar el cómo.

Y lo haré, el precio que da por él es elevado, se aseguró de decirle a Darneld que incluya eso en el mensaje. Y no puedo simplemente dejarlo pasar. El oro es un buen aliado cuando estás en búsqueda de una mejor vida. Una vez que mi contrato con Arlen se terminé seré lo suficientemente rico como para largarme de este país y no mirar atrás.

Pero si juego bien mis cartas, puede que gane mucho más que eso.

Mis dedos juegan con el collar en mi mano. Se me hace conocido de algún lado, puede que también esté en el dibujo que Heda me entregó, no me extrañaría. Lo dejo a un lado cuando escucho unos pasos acercándose a la cabaña. Es Darneld.

El viejo camina a cuestas llevando unas cuantas plantas silvestres comestibles. Ni siquiera voltea a verme cuando pasa frente a mí, haciendo como si no existiera. Es muy bueno haciendo eso, no habla con quien no quiere, no va a mirarte si no le interesas, sólo está pendiente de sus asuntos. Por eso Arlen lo usa tanto, el hombre no tiene nada más que perder desde que su familia fue asesinada en un motín.

Moon Ring - Serie Moon Ring © (Libro #1)✔Where stories live. Discover now