IV - Vera

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Me despierto agitada, es casi mediodía, lo sé al instante en que siento el aroma proveniente de la cocina. Apenas llegué hace unas horas me dirigí de inmediato a mi cuarto sin hablar con nadie, incluso aunque todos ya estaban despiertos. Rara vez hablo con ellos luego de un turno de trabajo por lo que mi actitud no les resultó para nada indiferente.

Acabo de soñar con esos ojos penetrantes que hace unos momentos me acechaban con intensidad. Mis manos tiemblan del solo recordar el ataque y aún más por el pensamiento que me acaba de atacar, seguramente el rumor del intento de ataque al castillo ya es la comidilla del día y dentro de poco tiempo yo también tendré que dar explicaciones. Tampoco es que pude dormir tanto como querría. Desperté varias veces con el temor de que volviera a pasar.

Mi mente luego viaja a la familia de Tean, su pobre madre tendrá que arreglárselas sola con su pequeño niño ahora que su hijo mayor no está.

Debería presentarle mis respetos, o no salir de esta cama y evitarme todo eso. Si voy, ¿qué le diría sin evitar tartamudear? ¿Qué yo fui la última que lo vio con vida? ¿Qué recibió una flecha por mí? ¿Que si no fuese por él yo no estaría viva?

¿Cómo le dices eso a una madre cuando la herida de una pérdida está completamente abierta?

¿Las noticias del ataque habrán ya llegado a escuchas de todos los demás? ¿Lo sabrá mi familia? Si bien nos ordenaron no hablar de ello porque prefieren que todo lo que suceda dentro de las tierras periféricas del palacio sea ajeno a todo el reino, es probable que esto ya sea una habladuría local. Quizá alguien percibió algo extraño durante la madrugada. El tan sólo pensar que ese hombre podría haber hecho cualquier cosa conmigo me enfurece y hace temblar de miedo al mismo tiempo. Aún tengo un nudo en el estómago y seguramente me veo pálida, ¿Volverá a pasar? ¿Debería llevar un cuchillo por si acaso? No puedo tomar ninguno de mi propia cocina porque mamá los cuenta. Tiene un inventario de todo lo que hay dentro de esta casa y sabrá si falta algo, me mirará y sabrá que soy la principal sospechosa porque tanto Wallen como papá tienen sus propias herramientas para la caza y no precisarán de un cuchillo de cocina.

¿Debería aprender a fabricar uno yo misma? O quizás comprárselo al viejo Butch, vende muchas cosas, puede que tenga algunos cuchillos. Pero si lo hago le avisará a mi madre y de nuevo volveré a ser una presa bajo su escrutinio.

Antes de prepararme para salir de mi cuarto, doy un rápido vistazo a través de la ventana para calmar mis nervios. El día está soleado, tal y como me gusta. Tal vez pueda ir a juntar algunas bayas para despejarme o caminar por los mercados asegurándome de que haya suficientes personas para no sentirme como un objetivo a la vista.

"Despertaste temprano," dice mamá mirándome de reojo mientras borda en su rincón personal en la sala. Rincón que consiste en su sillón favorito en tono azul grisáceo y un mueble al lado con varios cajones donde guarda sus cosas personales. "Eso es nuevo." Su tono es inquisitivo. Mi madre ama la rutina, se aferra a ella con uñas y dientes explicando que de esa forma se siente en control. Le gusta mantener todo bajo control y odia las sorpresas, como ahora. Dice que es una superstición que le inculcó su bisabuela, que cuando hay cambios la energía mala empieza a rondarte.

Siempre vi eso como una tontería pero es su manía y no puedo discutirlo.

"No me sentía tan cansada," me sirvo un poco de agua.

"Las sombras oscuras bajo tus ojos dicen lo contrario."

No volteo a mirarla, en su lugar observo a través de la ventana. "Hace un buen día, tengo ganas de caminar un poco."

Moon Ring - Serie Moon Ring © (Libro #1)✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora