Succubus ( Incubus #2) *PAUSADA TEMPORALMENTE*

Capítulo 1.Familia Radcliff

Abril del 2015 en San Diego, California, eran las 11 de la mañana, el día estaba nublado y las personas que observaban las nubes oscuras predecían una lluvia interminable, muchos se encontraban atascados en el tráfico anhelando llegar a casa y descansar después de algunas horas de trabajo, mientras que ella se encontraba en casa terminando de sacudir las cortinas y limpiar las ventanas. Ella, Amber Radcliff la Madre de familia, la ama de casa, la esposa de Dylan; Dueño de una importante y gran cadena de restaurantes. Ella era feliz a lado de su esposo, aunque a veces peleaban y tenían pensamientos diferentes, ellos se mantenían juntos porque se amaban y aunque pelearan miles de veces siempre volvían a sonreír y a jugar como cuando eran jóvenes, Amber tenía lo que siempre quiso, siempre anhelo con tener una gran familia, pero jamás imagino que tan grande seria su familia, la familia Radcliff.

La señora Radcliff, como comúnmente la llamaban sus vecinos, tomó un vaso con agua y bebió un sorbo, después de dejar el vaso sobre la mesa de centro de aquella gran sala de estar, caminó a la ventana para continuar limpiando, sus ojos brillaron en cuanto se percató de que las gotas de lluvia empezaron a caer y recordó aquellos instantes cuando de adolecente jugaba y bailaba bajo la lluvia; desde que Amber unió su vida con la de Dylan ella jamás volvió a bailar bajo la lluvia, dejo de hacer lo que tanto le gustaba, incluso olvidó aquella sensación estremecedora de las gotas golpeando su piel, pero quizás era el momento de volver a sentir como las gotas de la lluvia se deslizaban en su rostro. Amber esbozo una sonrisa y dejó de limpiar, comenzó a caminar hacia la puerta muy decidida a hacerlo, se soltó su largo cabello, abrió la puerta junto a una gran sonrisa y...

- ¿Amber? -

Amber se detuvo y volteo a ver a su esposo, ella solo sonrió mientras él la observaba con una ceja elevada.

- ¿A dónde cree que va señora Radcliff? -cuestiono cruzado de brazos, Amber pensaba en una buena respuesta. -Está lloviendo, cariño. No quiero que te enfermes. -dijo y caminó hacia ella.

-No iba a ninguna parte, solo...-contestó e hiso una pausa, Dylan frunció el ceño. -Solo quería observar las nubes, dicen que están oscuras. -mintió y después suspiró.

-Esta lluvia no tardara, y lo digo con tanta seguridad porque pronosticaron un día soleado. - aseguró y tomó de la cintura a su esposa.

-No creas en todo lo que pronostican. -dijo y entrelazo sus manos tras el cuello de Dylan.

-después de tantas cosas que ocurrieron en el pasado, ahora creeré hasta en el hada de los dientes. -bromeo y comenzó a reír, Amber frunció los labios y al mismo tiempo puso los ojos en blanco. -está bien, fue una mala broma. -expresó y después besó la frente de Amber.

Mientras ellos aún se mantenían juntos, la lluvia terminó y Dylan sonrió de lado al darse cuenta que los rayos del sol empezaban a salir.

-te lo dije. -expresó y miró hacia afuera, Amber se alejó de su esposo y notó que la lluvia ya no estaba. - ¡Día soleado! -exclamó con alegría mientras se alejaba.

Amber suspiró un poco triste, pero no perdía las esperanzas de que algún día volviera a caminar y disfrutar bajo la lluvia.

Media hora más tarde, Dylan salió de su habitación acompañado de un maletín color negro, él vestía como todo un empresario y caminó en busca de su esposa para robarle un pequeño beso, por fortuna su búsqueda no tardo, ya que Amber se encontraba en la sala sentada en uno de los sillones, sus ojos marrones no se despegaban de la ventana como si esperara algo, o más bien a alguien.

-Ya es hora amor. -habló y al mismo tiempo se acomodaba su corbata.

Dylan tenía que ver unos detalles de su cadena de restaurantes junto a su Padre, el señor Dustin Radcliff, y viajarían a los ángeles, California, así que Amber se quedaría en esa gran casa de tres plantas, pero no se quedaría sola, ya que a la 1:00 pm sus hijos salían de la escuela, y era justo en esa hora que Amber se apartaba de la ventana, porque las personas que tanto esperaba se encontraban aprendiendo en aquella escuela que un día fue de ella. Después de que Dylan se fuera, Amber se quedó muy pensativa viendo los portarretratos que tenía en su pared, ya que Alisson, una de sus hijas, amaba la fotografía y era ella la encargada de actualizar las fotografías de aquella pared, había 7 portarretratos, casi todos eran del mismo tamaño, el único portarretrato un poco más grande que los demás era el que estaba en medio, donde venía Amber y Dylan, los demás portarretratos estaban ocupados por cada uno de los rostros de los hijos de Amber, aunque había un portarretrato en donde solo había una leyenda que decía "Amo a mi familia", Amber acaricio cada portarretrato y se detuvo a ver uno, su mirada tenía una mezcla de tristeza y felicidad, ella estiro sus brazos para bajar aquel portarretrato que hace tres años se había mantenido intacto, sin ninguna actualización, Amber abrazó el portarretrato y suspiró.