Capítulo 19. Miradas que delatan

1.7K 127 22
                                    

El día sábado llegó, eran las once de la mañana y a Elizabeth le pareció buena idea relajarse cerca de la alberca, la hija mayor de Amber optó por ponerse una blusa delgada y fresca mientras que en la parte de abajo se colocó un short de mezclilla, este último era corto, la razón del porque Elizabeth iba vestida así era gracias al inmenso calor que había en San Diego en esos momentos. Después de vestirse la hija del incubo tomó una revista de moda y salió de su habitación, segundos antes de que Elizabeth terminara de cerrar su puerta sintió la mirada de alguien, poco a poco volteó hacia la habitación de Mike y en cuanto Mike notó que ella volteaba bajó la mirada.

- ¿también vas a la alberca? -cuestionó sonriente, Mike llevaba gafas oscuras sobre la cabeza y por la forma en que vestía hizo suponer a Elizabeth que su hermanito se dirigía al mismo lugar que ella.

El menor pensó un momento en su respuesta, miró de reojo a su hermana y supo que no era buena idea ir junto a ella.

-No, no iré. -contestó con seriedad.

-bien, yo sí. -

Elizabeth comenzó a alejarse con su peculiar caminar lleno de sensualidad y por más que Mike se esforzara para no verla sus ojos ya se encontraban observando como los glúteos de Elizabeth se movían, durante su observación olvidó por completo que se trataban de los glúteos de su hermana y lo que él no se esperaba es que alguien estuviera observando.

- ¿Qué carajo estás haciendo? -cuestionó Derek tras él, Mike dio un respingo y su rostro comenzó a tornarse rojo.

-No comprendo ¿De que hablas? -respondió e intentó actuar normal.

Derek notó extraño a su hermano y no dejaba de verlo sospechosamente mientras el menor hacia cosas sin sentido gracias a su nerviosismo.

-Mike, somos hombres y en nuestra naturaleza esta examinar los atributos de la mujer, pero es de enfermos ver los glúteos de nuestra hermana. -comentaba mientras posaba su mano sobre el hombro de su hermano menor y Mike negaba con la cabeza.

- ¡estás loco! Yo no estaba haciendo tal cosa, solo estaba pensando en la chica que me gusta y perdí mi mirada, creo que viste mal. -contestó ofendido, Derek se cruzó de brazos y se recargo en la pared sin quitarle la mirada sospechosa a su hermano. -debes creerme, yo solo pensaba en Aylin, la hija de Emily. -agregó y su hermano seguía viéndolo suspicazmente.

Poco a poco en el rostro de Derek empezó a dibujase una sonrisa picará y pasó su brazo por los hombros de su hermano menor.

- ¡Lo sabía! Sabía que esa chica te gustaba, y ahora hermano prepárate que estas a punto de escuchar los consejos maestros de tu hermano mayor. -decía entusiasmado mientras ambos caminaban.

Mike asentía sonriente y su hermano comenzaba con una gran ola de consejos que supuestamente le ayudarían a Mike para conquistar a Aylin, lo que Mike no sabía es que esos consejos no eran necesarios ya que la hija de Emily estaba enamorada en secreto de él.

Bajo el sol resplandeciente Elizabeth descansaba y relajaba su escultural cuerpo, ella estaba recostada en uno de los camastros, su lectura fue interrumpida por Amber, su Madre lucía más guapa de lo normal y Elizabeth sonrió al notar a su Madre sonreír radiantemente.

-Wow...estoy impresionada, te vez hermosa, es decir, todos los días lo estas pero hoy luces radiante. -comentaba sonriente y Amber sonreía aún más. - ¿A qué se debe esa sonrisa y ese atuendo casual e impactante? -

-Voy a salir con tu Padre. -respondió, la sonrisa de Elizabeth se debilitó un poco y para que Amber no la notará disgustada la hija del incubo sonrió aun más. -Deséame suerte porque esta no es una cita. -agregó y se sentó en el camastro, Elizabeth la miró dudosa. -el motivo de esta pequeña salida es para convencer a tu Padre de que cambie un poco en su manera de pensar, se me hace muy injusto que a tus hermanas no les de autorización de tener novio y a tus hermanos sí. -decía y Elizabeth asentía mientras acomodaba el cabello de su Madre, ya que este último fue despeinado por el viento.

Succubus ( Incubus  #2) *PAUSADA TEMPORALMENTE*Where stories live. Discover now