Capítulo 33. Sentimientos descontrolados

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El sol comenzó a gobernar en el cielo y la aún señora Radcliff aún dormía abrazada de su almohada, de pronto en su rostro se dibujó una sonrisa pequeña, pues lo que estaba soñando era hermoso para ella; En aquel sueño la joven Amber Martin, de diecisiete años, se encontraba bailando muy feliz bajo la lluvia, bailaba sola y a su alrededor se apreciaba las calles de San Diego solo que estas estaban solitarias. De pronto un joven apareció tras ella, las manos de este chico rodearon la cintura de Amber y al instante ella dio un respingo, luego de ello Amber miró de reojo a su inesperado acompañante, pero su rostro era imposible de ver.

—Quiero besarte. —habló el chico.

La voz de aquel chico le indicaba a Amber que se trataba del joven Jack Crouse, poco a poco ella volteó hacia él sin que este la soltará, pero cuando Amber terminó de voltear se encontró con el rostro del joven Dylan Radcliff. Luego de que sus ojos marrones apreciaran el rostro de Radcliff, Amber comenzó a acercarse a los labios de Dylan para besarlo bajo la lluvia, con los ojos cerrados, el beso se estaba llevando a cabo y mientras sus labios permanecían unidos Amber rodeó sus brazos en el cuello de Radcliff. Cuando el beso terminó, Amber permaneció con los ojos cerrados.

—Siempre quise un beso bajo la lluvia. —murmuró Amber.

—Lo sabía. —respondió otra voz.

Amber abrió los ojos al escuchar la voz, pues ahora quien se encontraba junto a ella era Alan y no Dylan.

—Alan...—dijo atónita. —Alan...eres tú. —añadió perdida en sus ojos verdes.

El incubo sonreía mientras sus miradas permanecían conectadas, poco a poco Alan acercó más el cuerpo de Amber con el suyo y luego de esta acción entre los dos comenzó un beso lujurioso y un tanto desesperado. Mientras el beso sucedía, Amber comenzó a escuchar a lo lejos una voz, y conformé avanzaban los segundos la voz era más intensa.

—¡Mamá! ¡Despierta! —se escuchaba repetidas veces.

La joven Amber reconoció aquella voz y sin despegarse de los labios de Alan susurró...

—Elizabeth...—

La señora Radcliff despertó de aquel sueño con confusión y lo primero que vieron sus ojos fue a su hija mayor, quien tenía un gesto de extrañes y diversión.

—Elizabeth...mi vida. —balbuceó adormitada. —¿Qué hora es? —preguntó y se talló la cara con su mano.

—casi las nueve de la mañana. —contestó y tomó asiento a un costado de la cama.

Amber recostó su cabeza en la almohada y permaneció con las manos en el rostro mientras Elizabeth la miraba con cierta diversión.

—¿Quién es Alan? —preguntó Elizabeth y le dedicaba una mirada a su Madre, una mirada suspicaz y picará a la vez.

Inmediatamente Amber descubrió su rostro, se levantó un poco y miró atónita a su hija. Ante esta acción Elizabeth miró con más suspicacia a su Madre fingiendo no saber quién es Alan y lo que provoca él en su Madre.

—¿Por qué preguntas eso, Elizabeth? —cuestionó. —¿Algún sujeto con ese nombre se ha acercado a ti? —preguntó alarmada.

Elizabeth frunció el ceño, miró a su Madre con extrañez y comenzó a reír.

—Te preguntaba porque mientras dormías mencionaste ese nombre dos veces. —aclaró y ahora Amber estaba sin palabras. —Y también parecías muy cariñosa con la almohada, la abrazabas y besabas. —platicó imitando a su Madre cuando dormía.

—No puede ser. —murmuró Amber apenada.

La ahora Madre apenada volvió a recostar su cabeza en la almohada y cubrió su rostro con la almohada que abrazaba hace unos instantes, ante esto Elizabeth se acercó más a su Madre y sonreía.

Succubus ( Incubus  #2) *PAUSADA TEMPORALMENTE*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora