Succubus ( Incubus #2) *PAUSADA TEMPORALMENTE*

Capítulo 20.Oportunidad para el amor

Luego de salir del restaurante, Dylan y Amber subieron al auto y mientras él conducía ella parecía ausente. El semáforo se puso en rojo y en cuanto Dylan sé detuvo observó lo distraída que estaba su esposa y justo cuando él estuvo por hablar el semáforo se puso en verde. Después de minutos al fin llegaron a casa, Dylan aparcó el auto y antes de que Amber bajara él la tomó de la mano.

-Sé que estas molesta por lo que dije, pero quiero que sepas que amo a nuestros hijos y te amo a ti. Mis pequeños nunca serán un error, ellos son una parte de mí y de ti, ellos son fruto de nuestro amor. -

-Si los amas entonces deberías de tratarlos de la misma forma, sin favoritismos. -contestó y abrió la puerta del auto.

Amber salió del automóvil y Dylan permaneció adentro con la mirada perdida. Cuando Amber abrió la puerta de su casa Dylan encendió el auto y ella volteó enseguida.

-Iré a ver a mi Padre. -avisó y Amber asintió.

Después de minutos Amber les pidió a sus hijas que se reunieran en el jardín para hablar cómodamente lejos de sus hermanos. La señora Radcliff y sus hijas se encontraban sentadas sobre el pasto verdoso del jardín bajo la sombra de los árboles.

-Es culpa mía, él está molesto contigo por culpa mía. -habló Alisson, la mirada de la melliza entristeció y Amber negó con la cabeza.

-No está molesto, solo tenemos que darle un poco de tiempo para que acepte la realidad, ustedes ya no son unas niñas, son unas señoritas y él las ve como bebés. -dijo y tomó la mano de la melliza.

-Que tonto...-pensó Elizabeth y no pudo evitar rodar los ojos.

El gesto de desagrado que hizo Elizabeth pudo ser visto por Zoe, esta última enarcó una ceja y clavó su mirada en su hermana mayor.

-¿Qué le pasa a esa tonta? ¿Por qué me ve así? -pensó en cuanto notó la mirada fija de su hermana menor.

-Elizabeth...-habló Amber.

La voz de su Madre la sacó de sus pensamientos y en cuanto se dio cuenta miró que sus hermanas estaban por retirarse.

-No quiero darte la impresión de una Madre entrometida pero Alisson me contó sobre su novio, Zoe siempre me ha platicado sobre el chico que le gusta entre otras cosas y eso me llevo a una observación, no sé cuál sea la razón pero tú nunca has hablado conmigo sobre esos temas. -comentó, Elizabeth sintió pánico y se mordió nerviosamente el labio inferior.-Quiero que tengas presente que además de ser tu Madre soy tu amiga, puede que el tiempo que estuvimos lejos haya afectado un poco nuestra comunicación de Madre e hija pero podemos trabajar en ello. Me gustaría que tuvieras la confianza de contarme tus cosas, quizás hay alguien que te gusta y tienes temor de contarme. -dijo mientras posaba su mano sobre la mano de su hija.

-No hay temor alguno, Mami. -contestó y Amber sonrió. -Te tengo confianza y te amo, pero por ahora no estoy interesada en alguien. -agregó, Amber miró con sospecha a su hija pues no le creía.

-está bien, no voy a insistir. -expresó y comenzó a levantarse. -Recuerda que si alguna vez necesitas hablar con alguien sobre amor u otro tema siempre estaré para ti. -

Antes de retirarse Amber dejó un pequeño beso sobre la frente de su hija, después de ello la mirada de Elizabeth se perdió y en cuestión de segundos su mente se llenó de imágenes y todas ellas estaban relacionadas con Daniel. Por más que lo intentara Elizabeth no podía sacarse de la mente los ojos azules y la sonrisa encantadora del chico de los tatuajes, y mientras ella pensaba en él una sonrisa empezó a dibujarse en su rostro.

-No...No puedes pensar en él, Elizabeth. -se decía a si misma con los ojos cerrados. -Tú no puedes amar a nadie, no puedes. -

Luego de permanecer varios segundos con los ojos cerrados Elizabeth pensó en su Padre, ella ya no quería pensar en Daniel y la única manera de dejar de pensarlo era recordar al único hombre que puede amar, el cual nunca le fallará y siempre estará para ella. Durante esos segundos Elizabeth sintió una sensación extraña, sintió estar en otro lugar y al abrir sus ojos se llevó una sorpresa.