Succubus ( Incubus #2) *PAUSADA TEMPORALMENTE*

Capítulo 14. Mayoría de edad pate 2

Luego de que Elizabeth saliera furiosa de su casa, Dylan llegó con las manos muy ocupadas y Zoe le brindó ayuda, él estaba muy emocionado con la celebración de su hija mayor que ignoró el hecho de que uno de los teléfonos de casa estaba hecho pedazos. Entró en su habitación y empezó a buscar una pequeña caja dentro del closet, apartó su ropa y la de Amber para facilitar la búsqueda y de pronto vio una caja que no había visto antes, tomó aquella caja y la abrió en ella podía apreciarse un cuadro este estaba protegido con un plástico de burbujas, Dylan se dio la tarea de sacar el cuadro por completó y sonrió.
-No entiendo porque Amber te tiene aquí. -le habló al cuadro como si este pudiera responderle.
El cuadro estaba muy bien cuidado, lucía perfecto y Dylan lo observaba detalladamente, se preguntaba quién era el gran artista que pintó a la perfección a su esposa cuando ella era joven. Mientras tanto, Elizabeth había caminado muy deprisa por las calles de San Diego, su ira era muy grande y caminaba sin rumbo, cuando reaccionó se dio cuenta que estaba justo enfrente de aquel viejo salón de música que significaba mucho para su Padre, respiró hondo y llevó sus manos tras su cabeza mientras cerraba los ojos.

- ¿es un mal día? -

Elizabeth escuchó aquella pregunta, la voz provenía de una chica, Elizabeth volteó para ver quién era la chica de esa voz dulce.

-Hola. -saludó a la chica en cuanto la vio, la joven le regalo una pequeña sonrisa.

Mientras Elizabeth se acercaba un poco más a aquella joven se dio la tarea de observarla; La chica era muy bella y misteriosa, su cabello era largo ondulado y de color castaño claro, llevaba unos jeans ajustados color negro, botas negras y una chamarra de piel color vino, su sonrisa era angelical y sus ojos eran muy hermosos y eran del mismo color que los ojos de Elizabeth.
-Esperó no ser grosera pero ¿Qué haces por aquí? Este sitio no es muy habitado. -
-Iba caminando por aquí, y sentí curiosidad por este lugar. -contestó sin quitarle la mirada, Elizabeth no dejaba de examinarla, el rostro de esta chica, su sonrisa y todo en ella le parecía familiar. -Seguiré mi caminó, supongo que ya habrá otra ocasión para conocer este lugar. -
La chica empezó a alejarse con las manos metidas en las pequeñas bolsas de su chamarra, Elizabeth la detuvo tomándola del brazo y la chica la miró.
- ¿Para qué esperar otra ocasión? -le preguntó sonriente, la chica esbozó una sonrisa de lado. -Soy Elizabeth. -agregó y extendió su mano.
-Mucho gusto Elizabeth, yo soy Victoria. -respondió y le correspondió el saludo.
La chica misteriosa y Elizabeth entraron al salón de música, y pasaron ahí un largo tiempo, en cuanto salieron fueron a tomar un helado, entre ellas había una gran química, hablaban y reían con tanta confianza y cualquiera que las viera pensaría que tenían una larga amistad de años. Al terminar el café, Victoria acompañó a Elizabeth a su casa.
-Quizás te llamé más tarde, hoy son mis cumpleaños y mis Padres me harán una fiesta en la que no quiero estar. -comentó, las dos estaban tomadas de las manos como si fuesen intimas amigas.
- ¿Tus cumpleaños, en serio? -cuestionó sorprendida, Elizabeth sonrió y asintió. - ¡Ven acá! -expresó jalándola hacia ella.
Victoria le dio un fuerte abrazó a Elizabeth, y se sentía tan bien.
- ¿Entonces me llamarás? -interrogó al separarse de ella, Elizabeth asintió enseguida.
- ¿Qué tal si pasas y conoces mi casa? Tiene un enorme jardín y una alberca, te encantará. -
Victoria miró la fachada de la casa y dudó.
-Será en otra ocasión, lo prometo. -aseguró y dio unos pasos hacia atrás. - ¡Esperaré tu llamada! -expresó antes de darle la espalda.
Elizabeth observó cómo Victoria se alejaba, suspiró y entró a su casa, empezó a caminar hacia las escaleras para ir a su habitación pero algo la detuvo, dio unos pasos hacia atrás y una sonrisa grande apareció en su rostro al ver en la pared el cuadro de su Madre, inmediatamente reconoció quien había hecho la maravillosa pintura.
- ¿Te gusta? -preguntó Dylan tras ella.
-Es preciosa, es perfecta ¿porque no la había visto antes? -preguntó maravillada.