Succubus ( Incubus #2) *PAUSADA TEMPORALMENTE*

Capítulo 26. Corazón estrujado

En la cabaña de Alan...

Elizabeth y Daniel se encontraban sentados en la sala, los dos permanecían tomados de la mano y Alan se encargaba de ver las bebidas que le ofrecería a su hija y a su yerno. Mientras Alan preparaba algunas bebidas, Elizabeth le contó todo a Daniel, le reveló que ella era un súcubo por su Padre, y que este tuvo una historia amorosa con Amber. Ahora para Daniel todo tenía sentido, el cariño que Alan y Elizabeth se tenían era inmenso y muy notorio.

– ¡Listo! –expresó Alan con entusiasmo.

El incubo traía una botella de champagne, esta última fue colocada en el centro de la mesa y también Alan colocó tres copas, estas servirían para brindar. Las copas se llenaron, cada quien tomó sus copas y Alan respiró hondo antes de dar un pequeño discurso dedicado a su hija y a su hijo, como él lo llamaba.

– Seré sincero, cuando supe sobre la cena que Dylan preparó me sentí celoso, pensé ¿Por qué rayos él tiene el privilegio de que Daniel lo llamé suegro? Es decir, aun no eres mi yerno oficial, lo serás cuando te cases con mi hija, claro si eso está en sus planes a futuro. –decía con la copa en sus manos, Alan se mantenía sonriente tanto como Elizabeth y Daniel. – Pero a raíz de eso, cuando abrí la puerta sentí una inmensa felicidad, más aun cuando ella al fin me presentó ante a ti como su Padre, créeme, si hay algo que me enorgullece y me llena de alegría es que Elizabeth me vea como lo que soy y siempre seré, su Padre. –

– Para mí tú eres el único, y lo sabes. –contestó Elizabeth, Alan le guiño el ojo y ella hizo lo mismo.

– Elizabeth es el más grande tesoro que la vida me ha dado, es mi todo, y desde que supe que el corazón de mi pequeña se llenó de anheló y esperanza gracias a ti, desde ese momento empecé a verte como mi hijo, porque eso eres para mí de ahora en adelante, mi hijo. –expresó, ante esto Daniel le sonrió y Elizabeth miraba con amor a los dos hombres que ama con toda su alma. –Quiero brindar por el amor que nació entre ustedes, espero la relación que han iniciado no terminé con un final feliz, que este amor jamás tenga un final. –

Las copas de los tres chocaron levemente, cada quien bebió de sus respectivas bebidas y luego de ello las pláticas comenzaron. Luego de algunos minutos, Alan se acercó a Elizabeth, le pidió un momento a solas con Daniel porque tenían que hablar de hombre a hombre.

– Promete que no lo asustarás. –habló Elizabeth en voz baja, Alan comenzó a reír y negó con la cabeza. – Bromeaba, sé que no harías algo así. –

Antes de que Elizabeth se alejará, Alan la tomó del antebrazo y le hizo prometer a su hija que no utilizará sus poderes para escuchar esa conversación, ella rio ante eso porque eso había pensado hacer pero ahora ya no podría. La plática entre Daniel y Alan iba a empezar, antes de que iniciarán Elizabeth tomó su copa y le dio un beso suave en los labios a su novio para después dirigirse a Alan y darle un beso en la mejilla. Ahora Elizabeth iba a dejarlos a solas, ella comenzó a alejarse y durante ello Daniel y Alan permanecieron observándola, Daniel no pudo evitar bajar la mirada y observar con deseo los glúteos de su novia y cuando volteó a ver a Alan este estaba serio.

– Bien, jovencito, es hora de hablar. –dijo Alan con absoluta seriad y Daniel tragó en seco.

En la casa de los Radcliff, la noche seguía; Leonardo y Alisson seguían en la pista de baile y se daban pequeños cariñitos, Zoe y Devon seguían bailando pero ella parecía muy nerviosa, en cuanto Derek, él mellizo llevó a Jennel fuera de casa porque quería comerla a besos como acostumbrada. Quien era el menos feliz de esa noche era Dylan, el señor Radcliff comenzó a beber incontrolablemente pues el comportamiento de Amber estaba consumiéndole el alma.

En la pista de baile, Alisson y su enamorado estaban dándose pequeños besos, ellos no querían que Dylan los viera así que eran discretos, esta escena era vista por Devon, él menor de los Fitzgerald analizó la situación y de pronto tomó la cintura de Zoe y la pegó a su cuerpo, ella lo miró sonrojada.