Capítulo 13. jugadas del destino

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Al amanecer, Elizabeth, Mildred y el señor David estaban disfrutando de su desayuno, Amber quedó en pasar por su hija pero ya se estaba tardando y mientras tanto Elizabeth escuchaba relatos sobre Amy y su bisabuela Elizabeth, estaba maravillada por lo que escuchaba. En cuestión de minutos Amber tocó la puerta, Mildred abrió enseguida y vio a Amber, ella parecía estar distraída.
-¡Amber!-exclamó Mildred, Amber dio un respingo.
-Lo siento, y perdón por tardar pero no podía pasar, al parecer encontraron a dos personas muertas en una furgoneta.-

Elizabeth y el señor David escucharon de inmediato lo que Amber dijo, la hija del incubo actuó como si le diera igual, ella sabía que nadie encontraría pruebas para culparla de aquellos asesinatos, cuando estuvo por pararse de la mesa escucho susurros así que prefirió esperar y escuchar lo que su Madre y su abuelo decían.

-ella durmió profundamente toda la noche, estuve vigilándola. -susurraba su abuelo.

-¿la vigilaste toda la noche? ¿Estás seguro? -cuestionó Amber preocupada.

-me levantaba en repetidas ocasiones y ella estaba en su cama, no pasó nada que deba asustarte, el sótano está intacto -

Una sonrisa maliciosa apareció en el rostro de Elizabeth para ella era gracioso engañar de esta manera a su abuelo y a su Madre.

Al caer la tarde, los hijos de Amber llegaban a casa fatigados y con ganas de relajarse gracias a la escuela y sus actividades, Elizabeth estaba cerca de la alberca ella estaba acostada en uno de los camastros y leía, su lectura fue interrumpida ya que apareció un ramo de rosas a lado de ella, Elizabeth esbozo una sonrisa porque sabía de quien se trataba.

-Rosas para la belleza que engalana ahora mismo el jardín de la casa. -

- ¿en serio son para mí? -cuestionó mientras se paraba del camastro y tomaba el ramo, Mike asintió. -Gracias hermanito. -agradeció y le dio un abrazo, Mike sonreía y abrazaba a su hermana.

-me alegra que te gustaran, quise encontrar las rosas más bonitas del mundo y lo logré, el problema fue que su belleza se opacó a tu lado. -decía sonriente, Elizabeth sentía el aroma de las rosas sin dejar de sonreír.

Zoe los observaba a lo lejos con los brazos cruzados y la boca abierta, Alisson se acercó a ella y enarcó una ceja al ver su hermana con ese gesto.

-me gustaría saber porque a ella le ha regalado rosas y a nosotras no. -se quejó sin quitarles la mirada de encima, Alisson se encogió de hombros.

-entiéndelo, ella estuvo lejos de nosotros y es obvio que nosotros queremos demostrarle nuestro cariño, no tienes por qué ser celosa hermanita. -explicó la melliza.

Mike se retiró de ahí y Elizabeth seguía con el ramo de rosas entre sus manos, mientras caminaba por el jardín iba sintiendo el aroma de las rosas y de pronto sintió que alguien la observaba, Elizabeth volteo y se llevó una sorpresa.

-deberías ponerlas en un jarrón con agua. -sugirió el ojiazul.

- ¿Qué haces aquí? -cuestionó asustada, comenzó a mirar a los alrededores y después regresó su vista hacia esos ojos azules que le inquietaban tanto.

-he venido a trabajar. -contestó mientras le dedicaba una mirada suspicaz. -Jamás imagine que la señora Amber fuera tu Madre. -comentó, ahora el chico examinaba los arbustos. -Por lo menos ahora se tu apellido. -expresó para después sonreírle de lado.

El chico estaba entre los arbustos, Elizabeth aun no terminan por comprender que hacia el chico en su casa y entre los arbustos.

-has dicho que viniste a trabajar ¿sobre de qué? ¿Acaso serás el nuevo atractivo del jardín? -preguntó divertida, el chico empezó a reír y salió de los arbustos.

Succubus ( Incubus  #2) *PAUSADA TEMPORALMENTE*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora