Succubus ( Incubus #2) *PAUSADA TEMPORALMENTE*

Capítulo 23. Como en los viejos tiempos

Habían pasado días, luego de que Mark Lepore pereciera Dylan había reflexionado. El señor Radcliff se encontraba en su escritorio, eran las siete de la mañana y él observaba viejas fotografías donde él y Amber lucían jóvenes, felices y sobre todo muy enamorados. Eran varios viejos recuerdos, Dylan apartó varias fotografías en las que él venía sonriendo a la cámara mientras que Amber lo miraba con mucho amor.

- ¡Buenos días! -exclamó Derek.

El mellizo abrió un poco la puerta de la oficina de su Padre y asomó poco a poco su rostro.

- Me dijo "control ce" que querías verme antes de que nos fuéramos a la escuela. -dijo y Dylan arrugó el entrecejo por aquello de "control ce".

- ¿Control ce? -cuestionó y Derek comenzó a asentir con una sonrisa juguetona.

- En las computadoras tienes que oprimir la tecla control y la tecla c para copiar algo, y Alisson viene siendo como mi copia, pero en femenino. -explicó mientras tomaba asiento.

Dylan escuchó la ocurrencia de su hijo y comenzó a reír, Derek se unió a la carcajada, pero en cuestión de segundos Dylan guardó compostura.

- Hijo, te he pedido que vinieras porque quiero que tú y tus hermanos me ayuden en algo. -

- ¡Suéltalo! soy todo oídos. -

- Quiero hacerle algo especial a tu Madre cuando el sol se haya ido por completo, quiero sorprenderla como cuando éramos novios. -decía y una sonrisa traviesa apareció en el rostro de su hijo. -Así que, ustedes deben estar fuera de casa cuando eso suceda y por supuesto ella no debe saber nada de esto un. -

- Descuida, me encargaré de ello. -

- ¡Gracias, campeón! -exclamó entusiasmado y caminó hacia su hijo para darle un abrazo fuerte.

Derek salió de la oficina y Dylan se quedó dentro junto a una gran sonrisa.

- Amor, voy a luchar por lo nuestro, lograré que me veas como me veías antes. -decía mientras en sus manos tenía dos fotografías, una de ellas era reciente y en esta Amber venía lejos de él y su mirada era cansada.

.....

Las horas transcurrieron, los hijos De Amber y Dylan se encontraban en la escuela mientras que Elizabeth permanecía en casa, ella estaba acosada en el camastro y observaba como el viento provocaba que las hojas de los arboles cayeran. Durante su observación sintió agotamiento en sus ojos, y sin planearlo Elizabeth se quedó dormida.

- Elizabeth...Elizabeth. -se escuchaba a lo lejos.

Por un instante Elizabeth estaba entré la oscuridad, la voz que se escuchaba a lo lejos era conocida. Conformé Elizabeth avanzaba en ese espacio oscuro y frío la voz se escuchaba con más claridad.

- ¿Alexander? -cuestionó.

- Sí, soy yo hija. -contestó y ella sonrió. -Sigue mi voz y el sonido del violín. -agregó.

Pronto el sonido de un violín comenzó a acompañar la voz pacifica de Alexander, la melodía era armoniosa y dulce, todo lo contrario, a las melodías de Alan e incluso de la misma Elizabeth. En cuestión de segundos una luz apareció, Elizabeth no dudó en caminar hacia ella y terminó en un jardín hermoso, metros más adelante se encontraba Alexander y él tocaba su violín con mucha concentración. La melodía de Alexander siguió pues Elizabeth no quería interrumpirlo pero en cuestión de segundos él abrió los ojos y al verla sonrió.

- Toca conmigo. -le indicó.

De repente en las manos de Elizabeth apareció el violín que su Padre le regaló, y luego de ello no dudó en unirse a Alexander. Los dos tocaban perfectamente, aunque el sonido que emitían sus respectivos violines eran distintos; el violín de Alexander transmitía una melodía de paz mientras que el violín de Elizabeth transmitía oscuridad. En cuanto Elizabeth notó la diferencia entre las melodías se detuvo y bajó la mirada. Ella dio unos pasos hacia adelante y mantuvo su mirada decaía, durante ello Alexander dejó de tocar y la examinó.