Relámpagos y fuego dados forma [ DxD ] [ 🔵 ]

C23: el castigo de ares

En ese momento, Ares estaba increíblemente enojado y Zeus lo golpeó aún peor como castigo y, como hizo un trato, tuvo que ir a Japón a enseñar en Grigori. Actualmente se dirigió a Japón y al llegar allí tuvo que pedir permiso a los dioses sintoístas. Estaba vestido con su chaqueta de cuero, gafas de sol y estaba sentado frente a Amaterasu, que tenía el pelo negro como boca de lobo y era hermosa.

Sin embargo, lo que tenía consigo era un cachorro de león dorado del tamaño de un boxer, un polluelo de águila blanca y negra del tamaño de un cuervo grande y un caballo negro como boca de lobo que intentaba morderlo. Al parecer, Ares no le gustaba mucho y, sin embargo, el caballo fue su pago. No puedes engañar a Azrael o terminaría mal. Miró a las criaturas y supo que eran criaturas muy buenas para quien quisiera que las consiguiera. Explicó por qué estaba aquí y necesitaba ir a Japón.

Ella escuchó su razón y comenzó a reírse de su difícil situación. "Entonces alguien robó los símbolos de poder de Zeus y Hades. Descubriste quién era y los tomaste. Fuiste manipulado y golpeado por tres niños. Luego, Azrael tomó tu propio símbolo de poder. Ahora Zeus te está obligando a actuar como un entrenador como castigo por unos años. Las criaturas son lo que pagaron Zeus y Poseidón." Ella comenzó a reír y Ares ardía de rabia.

Miró al dios extranjero y le dio permiso. "Sabes que Zeus está prohibido en Japón, pero como Artemisa es mi amiga, puedo hacerte este favor. Eres libre de ingresar con la condición de no causar problemas. ¿Está claro?" Ares respiró hondo y asintió. "Sí. Cristal." Aentrarasu tenía una mirada pensativa en su rostro y se levantó. "Quiero conocerlo. Voy contigo".

Ares frunció el ceño y suspiró. "No es mi lugar decir que no. ¿Por qué carajo no?" él se puso de pie y ella aplaudió. Pronto entró otra mujer e hizo una reverencia. "¿Cómo puedo ayudar a mi señora?" Miró a la mujer y habló. "Inari. Voy a ir a Grigori con Ares. Necesito hablar con Azazel sobre su continua estadía en Japón". La diosa se inclinó y Ametarasu y Ares desaparecieron en un rayo de sol.

Baraqiel, Kurayami, Esdeath, Raynare, Akeno y Azrael estaban comiendo en la casa de Baraqiel. Shuri tenía una gran sonrisa en su rostro al tener a sus hijos de regreso con ella ya que estaba preocupada por ellos. Miró al hombre de mediana edad que estaba comiendo, él sonrió y se presentó. "Bueno, debería darte las gracias por cuidar de mi nieta. Ella está mejor aquí que conmigo".

Shuri se quedó boquiabierta cuando Raynare dijo que su abuelo era Azrael, el Ángel de la Muerte. Raynare habló poco después. "Sí. La señorita Shuri es genial y me ha cuidado". Shuri miró la espada, apoyó sobre la mesa al gran perro negro que estaba sentado como un perro guardián entrenado y suspiró.

"Kurayami. ¿De dónde sacaste la espada y el perro?" Miró y explicó. "La espada fue tomada de Ares y el perro es un perro del infierno al que llamé Titus. Lo atrapé para que pueda ser un perro guardián de la casa. Correcto, Titus". *Ladra* Titus parecía un perro normal si ignoras los ojos rojos brillantes. Shuri se acercó a él y comenzó a acariciarlo.

"¿Lo trajiste para mí?" Akeno asintió. "Sí. El hermano lo captó y pensó que sería perfecto para la casa". Titus de repente comenzó a frotar su cara contra el vientre de Shuri y ella pensó que era lindo. Sin embargo, cuando Baraqiel se acercó empezó a gruñir. Kurayami vio eso y pensó que era extraño. "Titus. ¿Qué pasa?"

Titus comenzó a caminar en círculo alrededor de Shuri y frotó su rostro contra su vientre y Kuryami se levantó y colocó su mano sobre el vientre de su madre. Se concentró en su senjutsu y dejó escapar una sonrisa. "Mamá. Papá. Parece que estás esperando otro hijo". Baraqiel sonrió y Shuri se frotó el vientre. "Parece que ustedes dos van a ser hermanos mayores".

Titus aulló y miró a Baraqiel con una expresión de desconfianza en su rostro. Baraqiel miró al perro y suspiró. "Ahora el perro me aleja de mi esposa. Lo que podría ser un giro más triste de los acontecimientos". Esdeath, Raynare y Akeno miraron a Kurayami, pensaron en el futuro y sonrieron. Azrael sonrió y guardó silencio. Se levantó y salió por la puerta.