Relámpagos y fuego dados forma [ DxD ] [ 🔵 ]

C36: shigune y poh

Cuando se teletransportaron a la base de la montaña y miraron hacia arriba, todos sintieron un aura extraña. Kurayami y su grupo lo reconocieron como poseedores de equipo sagrado y un cuadro. Kurayami miró a Shin. "Chico. Guíanos." Shin ladró y comenzó a olfatear el suelo y comenzó a guiarlos hacia arriba. Kouki miró a Shin mientras su Byakusa le había dicho que era peligroso. "Oye, chico. ¿Qué es ese perro?"

Akeno sonrió y levantó a Shin, quien gritó cuando fue tomado por sorpresa. "Este es Shin... Es como tu equipo sagrado, pero mejor en todos los sentidos". Los labios de Kouki se torcieron y el gato siseó. "¿Cómo es que esa bolsa de pulgas es mejor?" Kurayami sonrió y Shin hizo que sus espadas apuntaran a cada órgano vital del cuerpo de Kouki. "Por eso está mejor. Vámonos". Como estaba completamente oscuro, Natsume se mantuvo más cerca de Kurayami porque tenía miedo de la oscuridad.

La otra razón era que Griffon estaba sobre su hombro. Akeno estaba jugando con las sombras como había comenzado a hacerlo cuando obtuvo su Sacred Gear. Caminaron montaña arriba moviéndose entre los árboles y el mal terreno. La mayoría de los paisajes circundantes consistían únicamente en campos, montañas y bosques.

Después de eso, no hubo nada más que oscuridad. Kurayami, Esdeath, Raynare, Akeno, Tobio y Baraqiel podían ver perfectamente en la oscuridad. Kouki y Natsume no podían porque todavía eran humanos. Barakiel miró alrededor del área y miró a Kurayami. "Kurayami, ¿hay alguien por aquí?" Kurayami asintió. "En el bosque hay algunas personas".

De repente los miembros más débiles fueron asaltados por una sensación bastante fría. Quizás debería llamarse presión. Algo que no podían ver les estaba poniendo la piel de gallina. Como estaba completamente oscuro en sus lugares oscuros, se sentía como si estuvieran siendo observados por esa oscuridad eterna. Kurayami sonrió. "No le tengas miedo a la oscuridad, no tiene sentido." Shin ladró porque le gustaba la oscuridad.

"La oscuridad es tan desagradable. Hace que la atmósfera sea aterradora". Mientras se estremecía, Natsume se abrazó a sí misma mientras murmuraba y se acercaba a Kurayami. Shin y Byakusha habían estado claramente alerta desde que entraron al bosque. Sin embargo, Shin estaba mucho más relajado que el gato. No sería extraño que el Equipo Abyss o los restos de la 'Agencia Utsusemi' aparecieran aquí en cualquier momento. De repente, un arbusto se sacudió y asustó a Natsume. "Hyah", gritó y abrazó a Kurayami con fuerza.

Tobio y Kouki levantaron la guardia, pero lo que surgió fue un mapache mientras movía la nariz. Kurayami lo llamó y se acercó a él. "Oye, amigo. ¿Ves a un tipo raro con cabello castaño por ahí?" El mapache hizo algunos sonidos y Kurayami asintió. "Gracias." Le dio un poco de magia y de repente el mapache duplicó su tamaño y salió corriendo. Natsume suspiró aliviado, "¿Sólo un mapache?" Kouki estaba rojo brillante, bajó los brazos levantados y respiró hondo.

Kurayami hizo que Natsume empujara su cara contra sus pechos con miedo. Él levantó la vista y la miró a los ojos. Natsume se separó de su cabeza mientras actuaba nerviosa. "No tenía miedo. Sabía que era un mapache y sentí que necesitaba un abrazo". Natsume habló con confianza, pero tenía la cabeza gacha y su rostro estaba rojo brillante.

Akeno y Raynare negaron con la cabeza. "No puedes asustarte por un pequeño sonido. Tal vez deberíamos dejarte en la oscuridad para que superes tu miedo". Akeno tenía una mirada sádica en su rostro y se lamió los labios. Baraqiel lo notó y se estremeció. 'Oh, no. Ella es igual que Shuri.' Miró a Kurayami y de repente Kurayami se estremeció. "Papá. No soy masoquista como tú." Baraqiel sintió que su orgullo se hacía añicos y todos lo miraron de forma extraña. "¿Qué?" Kouki se echó a reír.

"¿El gran malvado Baraqiel es masoquista?" Kurayami asintió. "Mamá lo convierte en su juguete". Baraqiel estaba rojo brillante y Natsue parecía haber perdido todo el respeto por él y él golpeó su pie. "Él está mintiendo" sonrió Kurayami. "Seguro que lo soy." Nadie le creyó y todos se mantuvieron alejados de él. Akeno miró a Kurayami y tuvo una fantasía en la que ella le hacía eso.