Relámpagos y fuego dados forma [ DxD ] [ 🔵 ]

C53: ¿ como es posible que no tengan alma ?

Annabeth comenzó a hablar de ello y Kurayami tenía a Tirano atado mientras el dragón estaba totalmente enjoyado. "Setecientos pies de altura, construido en la década de 1930. Tiene cinco millones de acres cúbicos de agua. Es el proyecto de construcción más grande de los Estados Unidos. ¿Cómo no vamos a explorarlo? Por favor, Kurayami". Como parecía tener 20 personas, asumieron que era su hermana pequeña.

Kurayami suspiró porque amaba la arquitectura y lo molestaba por eso. A veces la llevaba por todo el mundo cuando ella le pedía que la llevara a edificios. Él cedió. "Bien, gracias a Tyrant logramos muchos avances más rápido de lo que hubiéramos hecho".

Zoe miró a Annbeth como si fuera anormal. "¿Cómo sabes todo eso?"

Annabeth frunció el ceño. "Hija de Atenea, diosa de la arquitectura. Sería extraño si no lo hiciera". Suspiraron porque en un momento u otro ella había divagado sobre arquitectura. Para Kuryami sonaba más como un lenguaje que ni siquiera su magia caída podía traducir, así que entró por un oído y salió por el otro.

Percy asintió. "Deberíamos subir allí, sólo para decir que hemos estado. También Thalía. Parece que estás superando tu miedo a las alturas". Miró a Tyrant en forma mini y se inclinó para acariciarlo. "Gracias a este dragón". Tyrant sonrió mientras recibía los elogios que merecía y entraron. Incluso Zoe estaba agradecida con Tyrant incluso si la cubrió con baba de dragón.

Zoé suspiró. "Hacer turismo lo es". Cuando llegaron a la cima hacía frío y viento. A un lado se extendía un gran lago, rodeado por áridas montañas desérticas. Del otro lado, la presa descendía como la rampa para patinetas más peligrosa del mundo, hasta el río, 700 pies más abajo, y el agua que brotaba de las rejillas de ventilación de la presa.

Thalía caminaba en medio del camino, lejos de los bordes. Grover seguía olfateando el viento y parecía nervioso. No dijo nada, pero sabían que olía a monstruos. Shin gruñó cuando su olor era aún mejor.

"¿Qué tan cerca están?" Le preguntó Percy. Grover negó con la cabeza. "Tal vez no cerca. El viento en la presa, el desierto a nuestro alrededor... el olor probablemente puede transportarse por millas. Pero viene de varias direcciones. No me gusta eso". Kurayami se concentró en su senjutsu y no sintió nada. Sacudió la cabeza. "Si hay algo, no está vivo".

Estaban más relajados ya que todavía les quedaban unos 7 días hasta el solsticio de invierno. Tyrant realmente podría cubrir terreno, lo que hizo que Zoe se sintiera agradecida porque rescatarán a Artemisa más rápido una vez que encuentren a dónde deben ir. "Hay un snack bar en el centro de visitantes", dijo Thalía como si conociera el camino. Kurayami la miró.

"¿Has estado aquí antes?"

Ella asintió. "Una vez. Para ver a los guardianes." Señaló el otro extremo de la presa. Tallada en el costado del acantilado había una pequeña plaza con dos grandes estatuas de bronce. Parecían estatuas de los Oscar con alas.

"Estaban dedicados a Zeus cuando se construyó la presa", dijo Annabeth. "Un regalo de mi madre." Los turistas se apiñaban a su alrededor. Parecían estar mirando los pies de las estatuas.

Percy sintió que era extraño. "¿Qué están haciendo?"

"Frotándose los dedos de los pies", dijo Thalía. "Creen que es buena suerte". Percy sintió que era extraño.

"¿Por qué?"

Ella sacudió su cabeza. "A los mortales se les ocurren ideas locas. No saben que las estatuas son sagradas para Zeus, pero saben que hay algo especial en ellas". Kurayami sintió una ligera divinidad en ellos y vio por qué.

"Lo mismo ocurre con las iglesias. Algunas personas las sienten sagradas y rezan. En fin, Thalía, ¿hablaron contigo o algo así? Eres la hija de Zeus".