Relámpagos y fuego dados forma [ DxD ] [ 🔵 ]

C58: Uno con el abismo.

Ladon lo agarró por todos lados y Kurayami sintió que sus entrañas luchaban contra el veneno, pero como un berserker cortó cabeza tras cabeza. Dos espadas en sus manos, una en su boca mientras cortaba las cabezas una tras otra. Las escamas de Ladon comenzaron a tornarse de color rojo brillante y las cabezas se regeneraron. Ambos estaban tan distraídos por su pelea que el mundo dejó de importarles.

Ladon rugió y entró en modo de indignación, lo que provocó que sus escamas de cobre se volvieran rojas y le crecieran un par de alas y dejó de preocuparse por proteger el árbol. Kurayami hacía tiempo que se había vuelto loco y nada importaba. Cada uno de sus golpes destruyó barrera tras barrera, pero más ocuparon su lugar. Los ojos rojos Shin se habían vuelto rojo sangre y ahora negros. Las sombras surgieron de sus cuerpos mientras el cielo retumbaba.

Kurayami se rebeló enviando enormes llamas que se estrellaron contra las barreras creadas por Ladon. Uno de ellos perdería fuerza y tendría que someterse. El veneno en el cuerpo de Kurayami había llegado a sus órganos, pero Ladon no estaba mejor. Su alma había recibido tantos cortes que estaba corriendo vacío.

Kurayami y Shin cargaron contra Ladon y Ladon rugió y envió 30 cabezas para detenerlos, pero antes de que se alcanzaran, ambos luchadores colapsaron. Kurayami escupía bocanadas de sangre mientras Ladon sentía que su alma se desmoronaba. El interruptor de equilibrio de Kurayami se acabó y se obligó a ponerse de pie. Ladon todavía tenía ganas de pelear y ambos tenían enormes muecas de alegría. Incluso si la sangre se derramara de ellos.

A los dragones malvados no les importaban sus vidas. Simplemente querían destruirlo todo, incluso a ellos mismos. Si iba a morir, que así fuera, al menos cayó en batalla. Ladon creó 10 barreras a su alrededor y miró hacia arriba. "Uno de nosotros debe someterse. No creo que puedas continuar, Kurayami."

Kurayami se lo quitó de encima y miró a Ladon. "Me llamaste por mi nombre, es un honor para mí. Sin embargo, no moriré en esta batalla". Ladon comenzó a usar magia prohibida para aumentar sus propias barreras. Aprendió este truco de Azi Dahaka, una de las mejores fuentes de combustible eran las almas humanas y tenía muchas en reserva. Podría costarle algunos años de vida, pero si conseguía a Kurayami eso no importaría.

"MAGIA PROHIBIDA, VENENO PARA EL ALMA". Las 12 cabezas restantes de Ladon comenzaron a gotear veneno negro y Kurayami supo que si eso lo tocaba, su alma sería envenenada. Miró a Shin y sintió que las últimas ataduras se rompían. Ya era hora de terminar con esto. Respiró hondo y escuchó hablar a Rebellion. "Maestro, tómelo." Él sonrió y comenzó a gruñir como nunca antes.

"Aclama la matanza de miles de mortales y principios. Bendice la matanza de decenas de miles de duendes y malos augurios. Mi nombre, que llega hasta el abismo más lejano, es el Dios de imitación que seduce a la Noche Polar y al Sol de Medianoche. Tú serás exterminado por nuestra propia espada demoníaca de color negro azabache. Eres meramente efímero, oh Dios Creador paranormal, LADO DEL ABISMO, DEMONIO OSCURO DEL ABISMO, Rompeequilibrios".

Su rugido hizo que los mares retumbaran y los seres de todo el mundo miraron en su dirección cuando finalmente rompió las restricciones finales. Azrael en Japón abrió los ojos y miró hacia él. "Finalmente lo hizo". Sonrió mientras que en indio sonreía un joven de secundaria con rasgos afilados y cabello negro azulado.

"Hazte más fuerte por mí. Luchemos algún día, Kurayami. Tienes mucho por hacer". Un hombre de cabello plateado y negro abrió los ojos y sonrió al sentir un enemigo fuerte contra el cual luchar. En la cima de la montaña, Artemisa y Atlas quedaron atrapados en una batalla a muerte tan violenta como la de Ladon y Kurayami, pero ambos se congelaron y miraron hacia arriba. Atlas estaba vestido con una armadura de guerra griega con una lanza enorme y se quedó helado.