Capítulo 13 (2)- Una oportunidad al amor pt 2

323 49 36
                                    

PARTE II

ISABELLA

—¡Dile a tu perra que me suelte! —vocifera la mujer, pero yo le aplico más fuerza, me quiero cobrar la cachetada, a mí nadie me pega sin pagar el precio—

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

—¡Dile a tu perra que me suelte! —vocifera la mujer, pero yo le aplico más fuerza, me quiero cobrar la cachetada, a mí nadie me pega sin pagar el precio—. Por esto me dejaste ¿No? Ya tienes a otra.

—Tú y yo nos divorciamos por tus malditos celos y tus histerias —dice él—. Perdóname, por favor, Isabella.

—No te preocupes, no tienes la culpa de esta señora histérica —la suelto y al tratar de abalanzarse sobre mí, la esquivo metiéndole el pie y hasta el suelo va a dar, cuando se pone en pie para volver a atacar él la toma de los brazos—. Me voy a vestir —le digo con travesura en mis palabras como si quisiera dejar aún más claro nuestro encuentro sexual. Camino hacia dentro sin escuchar las diatribas de la mujer enfurecida, recojo la camisa de la sala junto al pantalón, así como las bragas y me marcho a su habitación, todo visto por esa mujer loca.

Raphael tenía razón, está deschavetada, si su matrimonio acabó ¿Cuál es su maldito problema? Aunque bueno, cuando se está enamorado uno se vuelve loco.

En la distancia escucho su discusión, mientras me debato entre irme o quedarme a esperar si él la saca y continuamos nuestra cita, pronto él le pregunta cómo sabía que estaríamos ahí y para mí la respuesta es obvia: uno de sus escoltas le avisó. La discusión escala, la oigo tratar de venir hacia mí, pero no sabe con quién se encontrará, no soy de las que se dejan, aunque por respeto a Raphael no le haría gran cosa; no obstante, al parecer él no la deja acercarse a la habitación, entonces le escribo un texto a Alvy contándole, pero el muy descarado me responde "Lucha por tu macho, arrástrala por el suelo" por ello me río y eso parece enloquecer a la mujer aún más, me grita improperios y me cuesta tanto no salir a responderle, pero solo lo empeoraría para él.

Pasados unos minutos ya no la escucho vociferar, solo un portazo y pronto Raph regresa, está avergonzado del show de Miranda, pero le digo que no pasa nada, no es su culpa, lo beso para tranquilizarlo y terminamos de alistarnos para salir pues él tiene sus sospechas, concordando con las mías propias, por ello salimos hacia el elevador para bajar y buscar su camioneta con los escoltas, a quienes llama con tono autoritario ordenándoles ponerse en línea lateral.

—¡Tienen dos minutos para pensar y decirme quién le dijo a Miranda mi ubicación! —les grita a los agentes escoltas, la mayoría lo ven extrañados, no saben de qué habla notoriamente, por ello se defienden, según ninguno de ellos sería capaz de traicionarle, pero en vista de cómo llegó ella casualmente cuando cambiamos el plan original. Raphael camina de un lado al otro viéndolos con dureza, mientras permanezco a un lado con la misma cara de daga afilada, la verdad quien carajo sea, me ha dañado el día sin duda.

—Señor, ninguno de nosotros le traicionaríamos nunca, ha sido muy bueno con nosotros, con todos —habla uno y los demás lo secundan, pero uno parece más nervioso y Raph lo nota.

Cenizas Quedan: RP#2©Where stories live. Discover now