Cenizas Quedan: RP#2©

Capítulo 22- Por ti

Capítulo 22

Por ti

"Quisiera que los zapatos de mi hijo me lleven a él"

Clemente Rodríguez

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Bulgaria

Ubicación exacta desconocida

Bodega Petrova

Hola chicas ¿cómo están? espero que muy bien, pasaba a pedir discupas por haber dejado de actualizar, pero como saben las chicas del grupo, paso por problemas emocionales y me es dificil escribir así, pero trataré de seguir el ritmo de los domingos y Señorío los miércoles. Gracias por tanto a todas, porque en ustedes encuentro fuerza aunque me desanime por la falta de lecturas, pero sé que siempre están para mí. 

—De acuerdo, moveremos el dinero así —exclama Nikolai Petrova inclinado sobre una mesa redonda acompañado de su tío Viktor, su trabajo en la organización ha empezado con la tarea de trasladar los millones de forma segura, incluso utilizando métodos de aprendidos en Latinoamérica—. Tenemos un millón de dólares, de estos trecientos mil se irán en doble fondo de electrodomésticos exportados, usaremos uno de los almacenes Petrova para cubrirlo todo, quinientos mil serán llevados en automóviles tapiados en la parte baja de la cajuela por dentro, así como en las ruedas, aunque podemos usar los asientos. Los doscientos mil restantes serán pitufeados (1)* con las cuentas, pero se debe averiguar todo de los pitufos para garantizar el giro a México.

Para su labor, han creado y prosperados empresas de giros como MoneyGram, concesionario de autos de todo tipo para mantener el anonimato, centros de importación para electrodomésticos, además almacenes de zapatos en donde almacenan la droga para traerla, todo esto le fue enseñado por el gran jefe de Sinaloa y probablemente de México entero, Emiliano Portillo, jefe del cartel más peligroso y conocido de su madre aunque no negocian juntos, pero ella cobró un favor y él le enseñó a su hijo diversas maneras de mover el dinero.

La brillantez del joven deja asombrado a su tío, pues es solo es un novato en todo; sin embargo, ya maneja con seguridad su papel en la organización. Por la pared sin puerta llega el ruido de la música, están en el almacén donde trabajadoras cuentan el dinero para ser empaquetado y posteriormente pasarlo a Ximena Acero, quien es la mejor si de lavarlo se trata, lleva al menos quince años sin ser descubierta, haciéndose rica por parte de los Narcos de México e Incluso de Europa, pues ha trabajado incluso con sicilianos.

Largas hileras de mesas de doble nivel de metal se extienden y cubren la mitad de la bodega, en la otra el dinero ya contado, por quienes deben hacer su trabajo en ropa interior para asegurarse de que no se roben nada. Las paredes tienen círculos en la parte de arriba donde se ubican ventiladores de aspas gruesas para ventilación, aunque dentro los abanicos de pie giran y giran, aunque no es dirección a ellas, pues los billetes se volarían.

—Vaya, pareces un experto —se regocija pues antes veía a su sobrino como una persona muy blanda y se avergonzaba por no verlo en el negocio, pero según él, afortunadamente recapacitó y una vez graduado de medicina, su madre lo indujo a la mafia.

—No me enorgullezco de eso —saca su móvil y hace una llamada a un número especial y espera que conteste, anhela escuchar su voz una vez más, aunque a veces se niega a contestar porque le teme al sentimiento en su pecho. La conoció en las peores circunstancias, pero esos días insufribles fueron más llevaderos por ella, por esa hermosa compañía a quien seguro le ordenaron sacarle información de los Petrova, pero no lo hizo, en cambio se volvieron cercano, pero no como amigos. Se miraban como cómplices enganchados de su sentir más peligroso