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"Ah... de verdad".

Sabía lo que tenía que hacer, pero honestamente su corazón latía con fuerza. Al ver a los protagonistas de las novelas que había leído hasta ahora, resolvían los problemas de manera clara y decidida. Pero ella misma no tenía la confianza para empujar las cosas sin más.

Si mencionaba que sabía sobre el futuro y que habría una epidemia en este lugar, podría haber corrido el rumor de que la prometida del Duque Ivilaron se había vuelto loco. No, en realidad, el rumor de que se había vuelto loco sería incluso mejor. Los falsos profetas que perturbaban la opinión pública en un mundo donde el poder divino descendía a la tierra habían sido castigados.

Especialmente el Duque Ivilaron sentía un odio profundo hacia los profetas. Todo lo que había sufrido en su infancia a manos de su padre fue por culpa de los profetas. En la novela, el Duque Ivilaron había matado al estafador que se hacía pasar por un profeta de un solo golpe.

Si algo salía mal, su vida estaría en peligro.

De hecho, era imposible hablar con ligereza sobre eventos futuros. La protagonista que había regresado en el tiempo había intentado hablar sobre los eventos que ocurrirían en el futuro y había vomitado sangre y caído al suelo varias veces. Parecía que los dioses de este lado se aseguraban de evitar los spoilers.

Sin embargo, tenía que hacerlo. No era solo porque había sido elegido como un héroe por los dioses. Era porque era lo correcto.

Eugene tomó una decisión firme y reprimió su ansiedad. Curiosamente, sentía que de alguna manera entendía los corazones de las personas comunes que habían arriesgado sus vidas cuando el país estaba en peligro.

"Pero, ¿por qué no hay una ventana de estado?"

Con una sensación de insatisfacción y sin saber qué hacer, Eugene rodó de un lado a otro en la cama. Le faltaba mucho la ventana de estado y las habilidades.

¿Por qué no hay una ventana de estado? Si eres un héroe, deberías tener el poder de luchar contra el mal en el mundo de manera grandiosa.

Después de mucho revolcarse, Eugene finalmente miró el techo al que ya se había acostumbrado. Había hierbas que tenían un efecto especial contra la epidemia. Y para comprar las hierbas, necesitaba dinero.

Eugene, un noble caído en desgracia, no tenía los recursos para comprar grandes cantidades de hierbas. Al final, la única opción era aprovechar el poder de los gobernantes.

"Tengo que involucrar al Duque Ivilaron.".

No podía olvidar la mirada del hombre que le decía que no confiaba en ella. Parecía imposible ganarse el favor de un hombre que estaba tan desconfiado hacia ella.

Eugene sacudió la cabeza enérgicamente. Para lograr la paz en el mundo que los dioses deseaban, el papel de Alexis era importante.

Por mucho que lo pensara, tenía sentido evitar los eventos desafortunados que le sucedían a Alexis y evitar que siguiera el camino del villano. Por eso, estar cerca de Alexis, incluso tomando el cuerpo de su prometido, era lo correcto.

Si tu propia estrategia es difícil, una forma de abordarlo podría ser involucrar a las personas cercanas. Parecía que sería necesario construir una relación cercana con Ludwina y Llyen hasta que Alexis regresara.

Después de hacer del mundo un lugar pacífico, podría divorciarse y llevar una vida tranquila de retiro. Ganaría mucho dinero también.

Mientras planeaba su futuro, Eugene no abrió los párpados pesados.

"Mamá...".

Siempre al final del día estaba su madre. Estaba bien reencarnar en una novela, estaba bien no tener una ventana de estado, estaba bien planear la paz mundial. Pero, aun así, se sentía melancólica al recordar a su padre y a su madre.

Cariño, cariño, cariñoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora