Cariño, cariño, cariño

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Sin embargo, en lugar de caer o mostrar miedo, Eugene parecía extrañamente seguro de sí mismo.

El rey buscó al Lord Taylot entre la multitud. Como los dos habían revelado su intención de casarse, el rey no podía discutir. Pero tenía a alguien que lo haría por él. Había preparado algo para este tipo de situación.

"Su Majestad, yo el Marqués Taylot. Tengo algo que decir antes de que los dos se casen".

Lord Taylot se interpuso durante la audiencia y se adelantó. Fue una acción que violó el protocolo, pero la atención de las personas se centró en la emocionante situación.

El conflicto entre el duque de Ivilaron y Lord Taylot era un hecho conocido por aquellos que estaban al tanto. Y para añadir más leña al fuego, el rey aceptó las palabras de Lord Taylot sin rechazarlo.

"¿Qué sucede, Marqués Taylot?"

"Según tengo entendido, el Barón Linweisen no desea este matrimonio".

Las palabras firmes del Marqués Taylot hicieron que la sala de audiencias se agitara.

" Marqués Taylot, no es asunto suyo para intervenir".

Naturalmente, Alexis fue quien respondió a las palabras del Marqués Taylot.

"Duque de Ivilaron, Su Majestad también debe conocer la verdad".

" Marqués Taylot, antes de perdonar tu falta de respeto, explícame qué verdad debo saber".

El rey y el Marqués Taylot intercambiaron palabras. Cuando el rey instigó, el Marqués Taylot habló en voz alta.

"El duque de Ivilaron acusó falsamente a Sir Patrick, quien había sido el tutor legal del Barón Linweisen, y lo condenó a trabajos forzados en las minas. Luego nombró a un miembro de la familia Keldrake, parientes del duque, como tutor del Barón Linweisen. Sir Patrick, quien fue acusado injustamente, tenía una estrecha amistad conmigo. Me contactó con gran dificultad. Me pregunto si es apropiado que el Barón Linweisen se case por su propia voluntad en un lugar donde no tiene a nadie en quien confiar".

Lord Taylot soltó veneno con su lengua venenosa, pero Eugene no se inmutó. Desde que escuchó la historia de que el rey y Lord Taylot habían conspirado contra Alexis, ya lo había anticipado. También sabía más o menos qué contenido se mencionaría.

Pero no podía creer que su audacia se basara únicamente en la injusticia de Patrick. Fue una tontería actuar sin verificar adecuadamente los hechos.

Eugene miró de reojo a Alexis. No podía entender lo que estaba pensando el hombre sin cambios en su expresión, pero estaba claro que también se estaba mordiendo la lengua en silencio.

"Entonces, ¿qué piensa el Barón Linweisen al respecto?"

El rey, que estaba de acuerdo con Lord Taylot, señaló a Eugene y le preguntó.

"En realidad, no es cierto, Su Majestad".

"Pregunté al Barón Linweisen".

Alexis se levantó y refutó, pero el rey no lo aceptó. Con todas las miradas puestas en Eugene, el rey abrió la boca con una expresión muy compasiva.

"Barón Linweisen, habla con la verdad ante mí. Si dices la verdad, pondré mi honor en juego y te protegeré".

La voz que sonaba bastante confiable hizo que Eugene se contuviera una risa irónica. Ahora estaba claro quién había enviado la tarjeta de mensaje.