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En la novela, el rey atormentó a Alexis de varias formas. Una de ellas fue el territorio de Linweisen, donde Alexis eligió abrir un camino en las montañas en lugar de seguir al rey.

Pero en cuanto a Infertian, Alexis no tuvo otra opción. Tenía que arrodillarse ante el rey y jurar lealtad.

Si eso fuera todo, Alexis podría haberse alejado en una línea adecuada. Pero el conde Rito se apoderó de los parientes de Alexis, quienes abogaban por la independencia del norte.

En una situación en la que la familia podría haber sido destruida por el cargo de traición, al final Alexis tuvo que poner su orgullo a un lado y seguir obedientemente las órdenes del rey. No fue intencional, pero casi estuvo a punto de matar al protagonista masculino, Christopher.

Alexis, que había estado desempeñando el papel del villano sin elección, cambió debido a la epidemia. La hierba Keslan no crecía en el norte y la propagación de la epidemia era demasiado rápida. Aunque el rey apenas pudo conseguir la hierba, Llyen y Rudwina murieron.

Alexis no pudo estar triste por mucho tiempo. Mientras restauraba Heinskan, asumió el papel del villano al cumplir con las exigencias irrazonables del rey durante el invierno.

Pero cuando se enteró de que el rey había robado la hierba Keslan que debía ir al norte, se puso del lado de Christopher. Sin embargo, en ese momento, ya era demasiado tarde para muchas cosas.

Cuando lo leí en la novela, era solo un acontecimiento, un artificio. Pero aquí estaba, viviendo en este lugar.

Al ver a Alexis, que no era solo un personaje de una novela sino una persona viva, sintió que tenía un destino tan cruel. Alexis intentó no tener a nadie a su lado, pero realmente apreciaba a su familia y era un buen señor para la gente de Heinskan.

No se podía evitar que la epidemia se extendiera. En ese caso, al menos esperaba que Alexis no perdiera a las personas que amaba. Esperaba que el amable Llyen y la considerada Rudwina, y los leales habitantes de Heinskan pudieran vivir y ser felices.

Sería bueno si alguien reconociera el sufrimiento que ha pasado.

Eugene suspiró mientras guardaba en secreto un secreto que no podía contar a nadie y comía un pequeño pastel de limón. El pastel dulce y ácido era perfecto para el paladar de Eugene.

"Wow, esto es delicioso. Pruébalo"

Eugene empujó discretamente el plato de pastel hacia Alexis. La frente del hombre frunció el ceño mientras comía el pastel, aunque no se sentía inclinado a hacerlo.

"¿No te gusta el limón?"

"Es un poco ácido"

"Jajaja. Está cubierto de crema"

El hombre que parecía no tener miedo de nada, al hacer una mueca debido al sabor agrio, hizo que Eugene riera suavemente y señalara la comisura de los labios de Alexis. Él intentó limpiarse los labios con la palma de la mano, pero la crema seguía allí, como si estuviera en una posición estratégica.

"Aún está ahí, no, ahí no, déjame limpiarlo, espera un momento"

Eugene tomó una servilleta y se levantó de su asiento. Limpiar la crema fue rápido. Eugene pudo ver el rostro de Alexis muy de cerca.

El hombre que parecía un actor de cine era aún más guapo de cerca. Su piel, que parecía dura como una roca, era suave e incluso tenía un tono uniforme sin imperfecciones.

El rostro, el dinero, el cuerpo, incluso las habilidades. Un hombre que lo tenía todo, pero debido a una maldición, seguía siendo soltero, lo cual era lamentable. Incluso si el destino de Alexis fuera diferente al de la novela, parecía que no se casaría.

Cariño, cariño, cariño Donde viven las historias. Descúbrelo ahora