Cariño, cariño, cariño

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"El cielo del 15 de abril, día del Festival de las Estrellas, estaba despejado sin una sola nube. La brillante luz del sol de primavera iluminaba el gran vitral del templo, creando una atmósfera sagrada.

Eugene, vestido con sus mejores ropas, estaba sentado en la primera fila del templo, cautivado por una extraña sensación. Al finalizar la sagrada ceremonia del sumo sacerdote, un resplandor brillante apareció en los cuerpos de las personas. Lo mismo ocurrió con él. Era la huella de lo divino.

El Festival de las Estrellas, que celebraba el fin de un duro invierno y la llegada de la primavera, era liderado por el templo. A través de elaborados rituales realizados por los sacerdotes, se aseguraba de que la gracia de lo divino llegara a las personas.

La gracia divina prevenía enfermedades y revitalizaba el cuerpo. En términos terrenales, era similar a una vacuna preventiva regular. No era perfecto, pero tenía efecto en enfermedades leves como el resfriado común, por lo que cuando llegaba el Festival de las Estrellas, la gente buscaba templos con sacerdotes.

Esta fue la segunda vez que Eugene presenció directamente el poder de lo divino. Aquí, el poder de lo divino se manifestaba de manera directa y visible.

La sensación de la gracia divina tocando directamente su cuerpo era indescriptible. La ventana de estado que apareció ante él seguía igual. La misión de salvar al mundo seguía ahí. No tenía expectativas, por lo que no había decepción.

En cambio, Eugene tomó una resolución. Hoy, algo realmente importante había sucedido. En la novela, solo era un breve recuerdo y explicación. Pero en la opinión de Eugene, lo que sucedió hoy era uno de los puntos de inflexión para Alexis, si se convertiría en un villano o no.

Tenía que hacer que todo pareciera una coincidencia. La tensión de preguntarse si podría lograrlo y la emoción de finalmente llegar a hoy se entrelazaban. Aunque solo estaba sentado allí, su corazón latía como loco.

"mi corazón esta latiendo demasiado fuerte."

"¿Qué pasa?"

Alexis, que estaba sentado a su lado, preguntó en voz baja mientras Eugene hablaba consigo mismo. Como era de esperar, también hubo un destello suave que emanó de Alexis, tocado por la gracia divina.

Sorprendentemente, el oscuro conde y el brillo combinaban bien. Si solo se juzgara por apariencia, el héroe no era yo, sino que se ajustaba mejor a Alexis.

No, en realidad, si se pusiera a pensar, Alexis no era un héroe, sino un verdadero super héroe.

"¿Barón?"

"No es gran cosa. Todos brillan y se ven hermosos. Incluso el duque. Ah, no me refiero a que sean hermosos, sino que combinan bien. Es realmente genial."

Eugene, que estaba perdido en sus pensamientos, rápidamente se recompuso cuando Alexis lo llamó y cambió de tema. También agregó un cumplido de que Alexis era genial. Al hacerlo, Alexis frunció ligeramente el ceño de manera ambigua.

"Así que estás cambiando de tema."

"Jajaja. Estaba un poco nervioso."

"¿En serio?"

"Sí."

Eugene simplemente se rió ante la mirada sospechosa de Alexis. No estaba mintiendo, ya que estaba realmente nervioso.

Afortunadamente, cuando la ceremonia terminó y la gente comenzó a salir del templo, Eugene pudo escapar de la atención de Alexis. Al mismo tiempo, los sacerdotes también se movieron ocupados.