Cariño, cariño, cariño

🍬 12 🍬

Eugene, quien había regresado al anexo occidental, tomó un breve descanso y fue a encontrarse con Ludwina. Cuando Ludwina expresó su deseo de invitar a un invitado externo, ella aceptó de buena gana.

"La reputación de Berthu es confiable. Hemos estado haciendo negocios con ellos durante mucho tiempo, ¿no es así?"

"Sí. El profesor Killian los respaldó."

"También he jugado al juego de Jong Chi. Fue muy divertido. El negocio del Barón será exitoso."

"Gracias."

Después de escuchar los cumplidos, Eugene salió de la sala de estar de Ludwina con una sonrisa. Y en lugar de dirigirse al anexo occidental, se dirigió hacia el salón principal ubicado en el este.

Mientras jugaba con Llyen en el salón, dejó el libro olvidado. Tenía que agarrarlo rápidamente antes de que el encargado de la limpieza matutina lo descubriera.

Como ya casi era la hora de la cena, Eugene se movió rápidamente para llegar al salón sin encontrarse con nadie en el camino.

Abriendo la puerta en silencio y entrando al salón, Eugene se detuvo por un momento.

Ya era más de las 6 de la tarde. Era una estación más cercana a la primavera que al invierno, pero los días aún eran cortos. Afuera, solo quedaba el débil resplandor del crepúsculo, pero el salón ya estaba bien iluminado.

Alexis estaba allí.

El hombre que estaba medio acostado en una silla larga giró la cabeza en respuesta al sonido de la puerta abriéndose. Como resultado, sus ojos se encontraron sin poder evitarlo.

"¿Hola? Vine a buscar el libro... Por favor, siéntete cómodo."

" Barón Linweisen."

Sintiéndose interrumpida en su descanso, Eugene bajó la cabeza e intentó dar un paso atrás rápidamente. Sin embargo, no tuvo más remedio que detenerse y responder al llamado de Alexis.

Mirando hacia adelante, vio que Alexis, que ya se había levantado, sostenía el libro que había estado buscando. Eugene se acercó a regañadientes a Alexis.

"Gracias."

Eugene, con el libro en sus manos, saludó y retrocedió un paso.

Cuando Eugene se encontró con Alexis, había planeado establecer una base para un evento que ocurriría en menos de un mes. Pero el momento no era adecuado. El hombre que estaba sentado solo en la sala acristalada parecía extremadamente exhausto.

Alexis era un genio que se convirtió en un caballero de alto rango a los dieciocho años. Incluso en el Reino de Kinhal, era considerado uno de los mejores caballeros.

En "Por Donde Pasó La Estrella", los caballeros y los magos se clasificaron en nueve niveles de habilidad. Los caballeros entrenaron sus cuerpos utilizando mana. Incluso un caballero de rango 4 podía cortar una roca con una espada. También podían aguantar varios días sin comer ni dormir.

Solo había una razón por la cual una figura tan poderosa parecía agotada a simple vista. Había usado su mana hasta el límite.

En momentos como este, actuar de manera animada al lado de él era una tontería.

"Parece que te acercaste a Llyen."

Eugene, que era rápida para darse cuenta, intentó desaparecer rápidamente. Pero una vez más, no pudo evitar detenerse ante las palabras de Alexis.