Cariño, cariño, cariño

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Eugene se emocionó con la nueva información que Llyen trajo consigo. Debido a la carga financiera y el riesgo de fabricar y vender los productos, solo habían recibido un depósito mínimo. En cambio, habían establecido una cantidad adicional basada en las ventas, aparte de la tarifa de patente. Su corazón latía porque se decía que se vendían muy bien.

"¿Se venden bien?"

"Sí, desde el Festival de las Estrellas del mes pasado. Recientemente, la gente tiene que hacer fila para poder comprarlos. Dijeron que el profesor Kilian patentó esto, así que es un artículo que no cualquiera puede copiar. Así que he aprendido muchas cosas sobre patentes".

Llyen contó muchas historias que no estaban escritas en la carta. Quería hablar cara a cara, así que habló sin parar hasta que sus mejillas se sonrojaron.

Eugene era un buen oyente y escuchó atentamente las historias de Llyen. Ahora, Llyen, que decía que la multiplicación matemática ya no era difícil, prometió enseñarle a Llyen los secretos de las operaciones aritméticas.

Mientras compartían una conversación caótica, Llyen fue el primero en levantarse. A diferencia de Eugene, que era casi un genio en matemáticas, Llyen, como el próximo duque de Ivilaron, tenía mucho que aprender.

"Nos vemos en la cena".

"Sí".

Eugene no se movió de su lugar durante un tiempo después de despedir a Llyen. No pasó mucho tiempo antes de que Robert apareciera con un montón de periódicos en la mano.

Los periódicos, entregados diariamente a la mansión, llegaban alrededor del mediodía a manos de Eugene. Eran los tres principales periódicos de opinión de Oeste.

Los tres periódicos tenían un nombre que decoraba la portada.

< El Duque Nasselard regresa>

<El Héroe regreso del Sur>

<El Vencedor de la Guerra, el Duque Nasselard>

Tan llamativos como sus títulos, todas las noticias desde la primera hasta la tercera página eran sobre el Duque Nasselard.

Eugene vio una ilustración en blanco y negro que ocupaba un gran espacio en la primera página. Era la imagen de un valiente caballero vestido con su uniforme y blandiendo una espada, una imagen impresionante.

Nasselard, el Duque Christopher Geularyon Panters.

Como hermano único del rey y heredero al trono, Christopher era el protagonista masculino de <Por donde pasó la estrella>.

Las dificultades de Christopher comenzaron desde que nació como príncipe. El antiguo rey de Kinhar, después de divorciarse de su primera esposa y tener un solo hijo varón, se casó por segunda vez cuando su único hijo ya era adulto. Y en una edad avanzada, tuvo a Christopher.

El antiguo rey tenía un gran afecto por su hijo, que era prácticamente como un nieto. Lo mismo pensaba la joven reina.

El viejo rey asumió que la sucesión al trono del primer hijo estaba asegurada y que la reina y el segundo hijo estarían a salvo. Por lo tanto, cuando Christopher cumplió siete años, le otorgó el título de duque y se fue del mundo con tranquilidad.

Pero a diferencia de las expectativas del antiguo rey, Christopher no llevó una vida tranquila. El actual rey trató a su joven hermano como un intruso y envió asesinos periódicamente.