Capítulo X

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JENNIE KIM

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JENNIE KIM

Jennie alzó la vista cuando Lisa irrumpió en su despacho, su presencia dominaba y llenaba la habitación. Se le cortó la respiración al ver el aura de ira que la rodeaba y la tormenta que se reflejaba en su rostro.

Lisa arrojó sobre su escritorio una tarjeta de presentación y luego se dejó caer en el sillón reclinable, y ella vio el dolor en la profundidad oscura de sus ojos. La ira de Lisa se dirigía contra sí misma, no contra ella.

Bajó los ojos hacia la tarjeta y respiró hondo. Su visión se nubló por un momento, pero entonces las palabras aparecieron nítidamente.

Jeon Somi.

─Estaba en el cajón de mi escritorio, ─ dijo Lisa, su voz normalmente suave ahora era seca y rasposa. ─Somi también tenía la mía, mí tarjeta de presentación.

De mala gana, Jennie encendió la grabadora, aunque no estaba segura de querer oír aquello, y mucho menos de tener una grabación.

─Así que la conocías.

Lisa sacudió la cabeza, negándolo a pesar de que sus siguientes palabras lo admitían. ─Aparentemente acudía a ella para hacerme la manicura.

─¿Aparentemente?

─Eso me ha dicho la policía. Hoy han venido a interrogarme.

Jennie tomó aire, tratando de mantener su expresión tranquila, pero Lisa le dedicó una sonrisa irónica.

─Bastante incriminatorio, ¿no? Estuve a punto de decirles...─ Lisa se encogió de hombros. ─Bueno, no supe que decirles, así que tomé la salida más cobarde y no dije nada. Encontraron mi tarjeta en su apartamento, mi nombre y mi número de teléfono no registrado en su agenda, y mi nombre otra vez en su libro de citas de Executive Styles.

─Todo eso sigue siendo circunstancial─, protestó Jennie.

─Podría ser, pero hay más. Somi llamó a mi oficina hace unas semanas para cambiar la hora de mi cita. Recuerdo haber recibido el recado, pero lo dejé pasar. Pensé que era una broma. Nunca me hago la manicura..

─A lo mejor si era una broma. ─ Todo esto podía tener una explicación, una explicación que no manchara de sangre las manos de Lisa. Se dio cuenta de que quería encontrar esa explicación, quería creer que Lisa no era una asesina, pero sabía de sobra que las cosas solían ser exactamente lo que parecían. E ignorar la verdad no solo no la hacía desaparecer, sino que ignorarla también podía ser peligroso.

─No, no era una broma, ─ respondió Lisa, con expresión estoica. ─Fui al salón y hablé con una de sus compañeras. Me reconoció y me llamó por mi nombre. Somi le dijo que teníamos una relación. Tan involucradas como para que Somi le pidiera el divorcio a su marido. ─ Lisa tensó la mandíbula. ─Por mi culpa. Su amiga cree que quizá el marido de Somi la mató porque estaba celoso. Eso significa que, incluso si no la estrangulé con estas manos, igual la maté.

Entre las sombras  - JENLISA ┃ G!PWhere stories live. Discover now