Lisa Manoban teme convertirse en una Jekyll y Hyde de los tiempos modernos.
Lisa sueña con detalles gráficos en los que asfixia a una mujer hasta la muerte. Al día siguiente, se entera de que esa mujer ha sido víctima de un brutal asesinato.
Por su...
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LISA MANOBAN
─ ¿Por qué? ─ Me desperté a mí misma, gritando esa única y agonizante palabra al unísono con la alarma que volvía a chirriar.
Le di una palmada al reloj, deteniendo el ruido exterior mientras en mi mente flotaba el último pensamiento de Pranpriya: Porque la amas.
Me incorporé de golpe en la cama, con el corazón palpitando y la frente sudorosa. En mi sueño había mantenido una conversación con Pranpriya, mi identidad disociada. Seguramente mi enfermedad estaba empeorando.
Alcancé el teléfono para llamar a Jennie y luego cambié de idea. Ya no era mi psiquiatra. Mi relación con ella era puramente personal y no tenía nada que decirle que no fuera a disgustarla.
Emocionalmente, necesitaba hablar con ella, pero la idea de confesarle algo más de mi anomalía me asustaba tanto como el sueño. Jennie me importaba, y mucho. La voz de mi cabeza tenía razón. En otras circunstancias, le habría dicho que la amaba. Lo que pensaba de mi me importaba.
Hasta ahora, Jennie parecía verme como alguien independiente de mis problemas. Y yo le guardaba un cariño especial dentro de un espacio separado de mi odio por Pranpriya. De todas formas, no sabía cuánto más podía avanzar sin provocar su desagrado.
Debería llamar a DongSun y obtener una interpretación profesional de este último acontecimiento. Era lo más lógico.
Marqué el número de DongSun y le conté brevemente lo sucedido.
─ ¿Puedes visitarme esta mañana? ─ DongSun preguntó inmediatamente aunque era obvio que mi llamada le había despertado. ─Me gustaría hablar contigo mientras esto aún está fresco.
─Estaré allí en media hora.
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Treinta minutos más tarde me senté tensa en el salón de DongSun tomando café y describiendo mis sueños, así como los acontecimientos de la noche anterior con Jennie, omitiendo, por supuesto, nuestro encuentro amoroso. Eso era privado y personal, entre nosotras dos. No tenía nada que ver con Pranpriya.
─ ¿Crees que esta fiesta de cumpleaños fue un recuerdo real? ─ Preguntó DongSun.
─Sí, ─ respondí. ─Lo creo. Lo que significa que Pranpriya está conmigo desde antes del accidente que mató a mis padres.
