Capítulo XV

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JENNIE KIM

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JENNIE KIM

Estudié a Lisa y deseé fervientemente que Dongsun llegara. Por primera vez desde que era interna, estaba nerviosa con un paciente.

Me gustaría creer que mi miedo era una inquietud normal por mi seguridad personal en presencia de una enferma mental que podría ser una asesina. Pero no era sólo eso. A pesar de mi sentido común y mi formación ética, algo dentro de mí respondía al deseo apenas oculto en los ojos de Lisa cada vez que la miraba.

Me recuerdo a mí misma que este tipo de conexión emocional a menudo ocurre en la relación terapéutica. Con frecuencia, el paciente se obsesionaba con el psiquiatra. Un riesgo profesional. Yo tenía suficiente experiencia para saberlo.

Tal vez mi cerebro lo sabía, pero mis emociones no.

Como siempre, Lisa lucía un traje elegante y bien cuidado, pero a pesar de la tela de alta calidad y las líneas cuidadosamente diseñadas, no lograban ocultar la definición de los músculos de sus muslos, que imaginé serían fuertes y sólidos al tacto, ni la amplitud de su pecho que parecía tentador para acariciar.

Pulsé el botón de la grabadora. ─¿Tuviste más sueños anoche?

─No, ─ respondió. ─ Ningún sueño más. No dormí nada después de todo lo que pasó.

─Eso es ciertamente comprensible. ─ Yo tampoco dormí mucho... di vueltas en la cama, pateé la sábana y la recogí, me dormí sólo para despertarme sobresaltada soñando con las manos de Lisa en mi cuerpo, en mi garganta, asfixiándome, acariciándome.

En ese momento, los largos dedos de Lisa se aferraban y masajeaban la tela de cuero de los brazos del sillón. Me quedé mirándolos fascinada, incapaz de apartar la vista.

Un golpe rápido sonó en la puerta que había dejado parcialmente abierta, y solté una silenciosa plegaria de agradecimiento. ─¿Dongsun? Pasa.

─Siento llegar tarde. El tráfico es muy intenso. Me había olvidado de lo complicado que es. Es imposible apurarse. 

El hombre mayor entró pareciendo diez años más joven. Parecía que volver a ejercer le había sentado bien.

Acercó una silla a Lisa y se sentó frente a ella. ─¿Cómo estás hoy, Lisa?

─Bien. No más sueños.

─¿Estás preparada para averiguar lo que te pasa?

─Sí, ─ respondió Lisa, su voz firme.

Me levanté y cerré las cortinas que cubrían las ventanas, bajé las luces y acerqué mi silla a la parte delantera de mi escritorio, al otro lado de Lisa y de Dongsun. Dongsun y yo habíamos acordado la noche anterior que yo haría la hipnosis, puesto que ya me había ganado su confianza y la había sometido una vez.

─Muy bien, Lisa. Recuéstate y relájate. ─ Como antes, su postura reflejaba cierta relajación en comparación con su postura habitual, fuertemente controlada. Pero sería suficiente. Lisa estaba tan decidida a triunfar que prácticamente se metió ella misma en el trance.

Entre las sombras  - JENLISA ┃ G!PWhere stories live. Discover now