Capítulo XXII

606 115 8
                                    

LISA MANOBAN

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

LISA MANOBAN

Me senté en mi tranquila y vacía oficina y apreté los puños. De repente, no me gustaba estar allí. El aislamiento me parecía más inquietante que reconfortante.

No estaba segura de si hoy había venido alguien más. Probablemente no. Y si lo habían hecho, se habrían marchado pronto. Sólo yo tenía la costumbre de estar allí todos los sábados, todo el día. Sólo yo me resistía a entablar relaciones que me mantuvieran ocupada los fines de semana.

Nunca lo había pensado. Siempre había asumido que una vez que estuviera segura económicamente, desearía las cosas normales... tener un hogar y una familia. Me había dicho a mí misma que estaba haciendo lo correcto, dedicándome a la tarea que tenía entre manos.

Pero quizá en el fondo siempre supe que tenía problemas. Quizá por eso me había aislado a propósito de todo el mundo.

Por primera vez, me confesé a mí misma que tenía miedo. Creía que lo tenía todo bajo control. Obviamente no era así. En algún momento, había perdido el control de mi vida... incluso de mi propio cuerpo. Un monstruo creado por mí había surgido para llevarme a la perdición.

De nuevo me pregunté si debía entregarme a la policía... si Pranpriya había matado a Somi.

La evidencia era bastante condenatoria, pero Pranpriya en realidad no había admitido que lo había hecho. Ella dijo que quería que yo asumiera la culpa. Mientras existiera la más mínima posibilidad de que otra persona hubiera cometido el asesinato, tenía que creer en mi propia inocencia. No podía aceptar que yo tenía en mi -incluso escondida muy dentro de mí- la capacidad de matar a alguien.

Hasta ahora Pranpriya sólo había fantaseado con matar a Jennie. Tal vez eso era todo lo que había hecho con Somi. A lo mejor Jungkook la había matado después de todo. Me aferré a esa esperanza como a un salvavidas. Nada en mí podría asesinar a alguien. Ni siquiera a Somi. Ni en el momento en que había estado tan enojada con ella en la escuela secundaria y ciertamente no ahora. Había superado esa ira hace años.

Pero Pranpriya seguía enfadada.

¿Explicaba eso el comienzo de Pranpriya? Si Jeon Somi y Ennik Somi eran la misma persona, ¿nunca había superado aquel enfado infantil, sino que simplemente lo había trasladado a otra parte de mi cerebro y había permitido que se agravara? ¿Sería esa la razón por la que nunca me había involucrado emocionalmente con ninguna de las mujeres con las que había salido, porque había percibido esa ira y temía lo que pudiera pasar? ¿Lo que podría hacer?

Pero ahora confiaba en Jennie. Le había contado lo de Pranpriya, igual que le había contado a Somi lo de mi amiga imaginaria hacía tantos años.

Pero no era lo mismo. Jennie no me había traicionado ...

Pero yo le había contado un secreto. Y ella se lo había contado a Dongsun.

Di un puñetazo en mi escritorio. ¡Maldita sea! Tenía que hacer algo. Tenía que actuar. Estaba muy bien que Jennie me instara a confiar en la ayuda de Dongsun, pero no tenía sentido que me quedara sentada esperando a que eso ocurriera. Tenía que hacer algo para ayudarme a mí misma.

Entre las sombras  - JENLISA ┃ G!PWhere stories live. Discover now