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「 ᴇs ʀᴇᴀʟ 」



Cuando comienzo a escuchar molestas y familiares risas a mi alrededor, sé de alguna manera que son dirigidas hacia mi. Abro mis ojos con lentitud, sintiendo algo de modorra en el cuerpo, algo que hace mella en mi cuerpo y que aclama el cansancio. 

Tantos días corriendo sin parar, tantos días esforzándome hasta rallar mis limites humanos, finalmente han causado enormes cicatrices en mi cuerpo. Me duelen los músculos cuando intento levantarme de la cama, pero por alguna razón un peso extra me evita si quiera intentarlo.

Confuso, trato de ver a través de las cortas hebras doradas de mi cabello y me encuentro con el rostro apacible y somnoliento de Thomas; pronto me doy cuenta de que nos quedamos dormidos juntos tras la conversación nocturna y de que posiblemente esas risas que escucho sean una burla hacia nosotros.

—¿Los tortolitos necesitan más tiempo entre ellos? —Al escuchar la inconfundible voz de Heather enfrente de nosotros, sé que nos han descubierto con las manos en la masa.

Al alzar la vista, me encuentro con que enfrente de nosotros están Brenda, Heather y Ethan observándonos como un maldito show; un sentimiento agridulce me sube por la garganta al recordar de dónde hemos escapado y relajando los hombros, trato de tomarlo con normalidad.

—Chicos, por favor... Es muy temprano para... —Me interrumpo cuando Thomas abre sus ojos y al encontrarse con los míos, salta de la cama.

Inevitablemente, cae de esta y eso causa que todos los demás se carcajeen de nosotros todavía más. Me remuevo en la cama para asomarme por el borde y veo a Thomas cubriéndose el rostro con ambas manos, está rojo. Aquello hace que una sonrisa me nazca sin preverlo y me cubro los labios con el dorso de la mano.

—O sea, ¿que esto es lo que hacíais todas las noches en el tren, no? —pregunta Brenda, con una ceja alzada y de brazos cruzados.

Los otros dos se ríen mientras Ethan ayuda a levantar a Thomas. Yo simplemente me dedico a levantarme de la cama y sacándoles el dedo en medio, me dirijo al cuarto de baño. Cierro la puerta rápidamente al ver que mis amigos me persiguen para seguir abochornándome y me aseguro de colocar el seguro.

Se rinden tras unos momentos en los que no dejo de apostarme en la puerta de metal, no queriendo darles entrada. Me parece escuchar la voz de Thomas diciendo que paren y después pasos alejándose, allí es cuando me relajo y camino hacia el lavamanos. Ni siquiera sé que me espero cuando me encuentro con vasos de cuatro cepillos de dientes y con una etiqueta en cada uno de ellos: " Thomas, Ethan, Newt y Gally ".

Tomo el mío confuso, preguntándome cuando han podido colocar estas cosas pero demasiado dormido como para darle el tema a la cabeza, solo me dedico a abrir la cajonera de la mesilla en busca de una crema para lavarme los dientes. No tardo en encontrarla y tras ponerme a ello, observo mi reflejo somnoliento a través de un pequeño espejo circular.

Mi rostro es marcado, quizás hay más ojeras de las que recordaba bajo mis ojos y mi piel un poco más colorida; eso es debido al calor que soportamos, por supuesto. Mis labios están agrietados y la cicatriz que me dejó Gally en una de las mejillas aún es visible; no creo que se desaparezca de mi rostro ahora. De alguna manera, me gusta verla en ella mientras dejo que mis dedos la acaricien de lado a lado.

Me hace pensar en todo lo que ha pasado en unos cortos meses y en cómo mi vida parece haber dado un giro de ochocientos grados. Suspirando levemente, termino de lavarme los dientes y aprovechando que nadie más parece querer usar el cuarto de baño, me dirijo a la bañera que me espera humeante. Me digo que debe ser obra de Ethan, y me fijo en que a un lado de esta, hay una pequeña bolsita de flores secas que sirven para perfumar el aire.

𝐓𝐇𝐄 𝐒𝐂𝐎𝐑𝐂𝐇 𝐓𝐑𝐈𝐀𝐋𝐒 𝐈𝐍 𝐅𝐈𝐑𝐄 | Newtmas (𝑨𝒖) ²Where stories live. Discover now