𝐓𝐇𝐄 𝐒𝐂𝐎𝐑𝐂𝐇 𝐓𝐑𝐈𝐀𝐋𝐒 𝐈𝐍 𝐅𝐈𝐑𝐄 | Newtmas (𝑨𝒖) ²

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「 ʀᴇɢʀᴇsᴀ ᴇʟ sɪʟᴇɴᴄɪᴏ 」

La jungla se extiende a mi alrededor, un manto verde oscuro que susurra misterios y peligros. Pero nada de eso parece importarme realmente mientras observo los ojos de Thomas, aquellos que brillan con fuerza y en los que puedo observar mi propio reflejo.

No puedo creer lo que acabábamos de hacer, parece casi alguna especie de sueño, uno del que no quiero despertar, eso seguro. Thomas me devuelve esa intensa mirada con un suave rubor en las mejillas, yo trato de mirarle con toda la explosión de sentimientos que bailan en mi interior.

La jungla nos sigue envolviendo, en el centro de la competencia, en el centro de todo. En el momento y ápice de solo un pequeño camino que nos separa del nuestro destino final. Pero en esos momentos, trato de abandonar esa idea de mi cabeza para no amargarme y me permito disfrutar de esto.

El silencio nos envuelve mientras solo se escuchan nuestras respiraciones acompasadas; sin decir palabra alguna, me acerco nuevamente a Thomas hasta volver a ajustarme entre sus piernas para que nuestros labios vuelvan a encontrarse como una especie de imán. El contacto es suave, sus ojos se cierran mientras rodeo su cintura con mis brazos.

Por supuesto, todavía soy capaz de sentir las cámaras del Capitolio revolotear a nuestro alrededor. Están transmitiendo nuestro beso y nuestro momento íntimo por el resto del mundo, pero no me importa porque esto es mío y nadie puede quitármelo.

El susurro de las hojas se une al susurro de nuestros labios, que se encuentran con un aclamado deseo y mientras ambos nos reímos de la vergüenza ante lo que estamos haciendo, no nos detenemos. Me siento en el paraíso ahora mismo.

Pero finalmente, la necesidad de respirar vuelve a atacarnos y a pesar de la breve duración de este corto beso, la intensidad del momento ha dejado una clara huella profunda en mi interior. Nos quedamos cruzando miradas, absorbidos por la gravedad de lo que acaba de suceder en medio de la noche silenciosa y la densa vegetación de nuestro entorno.

La tremenda y cruda realidad nos golpea de pronto, pero soy consciente de que esto no se puede borrar. Tampoco es que quiera hacerlo, pero eso significa que no se puede volver atrás.

Sin embargo, más que nada por tomar un poco de aire, me aparto ligeramente de Thomas, dejando un espacio entre nosotros mientras dedico una intensa vista a sus ojos castaños, llenos de una mezcla de ternura y nerviosismo que me resulta de lo más entrañable. Me pregunto qué puede estar pasando por su cabeza ahora mismo mientras noto que los colores alcanzan mis mejillas.

—Thomas —comienzo, mi voz apenas un susurro en la oscuridad de la jungla—, lo siento... Eso fue un poco impulsivo por mi parte, ¿no crees?

Él desvía la mirada por un momento, como si estuviera buscando las palabras adecuadas, mientras acaricia sus labios con pequeños toques de su mano libre. No la que sujeta todavía el colgante de las fotos.

Su voz segura, aunque temerosa, me estremece por dentro cuándo habla.

—Pero... ¿te arrepientes?

Y aunque mi cabeza está repleta de un montón de pequeños Newts que literalmente están explotando sin saber cómo continuar con esto, no muestro ninguna duda al responder.

—No, no lo hago —digo con sinceridad, pero entrelazo mis dedos sin saber qué va a ser de nosotros ahora—. Pero... no estoy seguro de qué significa esto para nosotros, Tommy. Somos aliados en este juego, familia, amigos, y ahora...