02

34.8K 3.3K 3.8K
                                    

⚛︎ | ⚛︎

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

⚛︎ | ⚛︎

—Entonces, Malena —Francisco y yo intercambiamos miradas—. ¿Venís como turista y te vas a París en dos meses?

Llevábamos hablando los últimos treinta minutos, solo los dos. Los demás tenían escenas que grabar y el se había quedado acompañándome.

—Si, algo así —respondo, ya sin nervios.

—Vivís una vida agitada —bromea—. Es bueno que lo hagas, los dieciocho son la mejor edad para vivir de todo.

Los diecinueve. Había deseado por tantos años finalmente tener dieciocho, tenía la equivocada idea de que a esa edad podría tomar las riendas de mi propia vida, sin más, solo yo tomando el volante de lo que sea que estuviera conduciendo. Pero no fue así.

—Lo único agitado que he vivido son las turbulencias de los aviones —hablo tras el silencio que yo misma había dejado.

—¿A qué te referís?

—Viví bajo la sobreprotección de Matías toda la vida. Lo más lejos que llegue sola fue al patio de mi casa —sonaba como una niña chiquita y odiaba eso.

Me molestaba pero a la vez no. ¿Cómo podía dejar de actuar como una nena si todo mi círculo social me seguía tratando como una? Espera. Ni siquiera tenía un circulo social más allá de mami y Matías.

—Matías, Matías, Matías —ladeó la cabeza de un lado a otro—. Supuse que sería así cuando nos advirtió a todos que mantuviéramos distancia.

—¡¿Él dijo eso?! —casi grito, estaba apenada.

—Eso y que nos iba a matar si no lo hacíamos.

Giré mi cabeza hacia donde estaban grabando. Matías estaba corriendo con un balón en la mano y deseé que se cayera, obvio sin hacerse daño, pero quería que se tropezara y se zampara el balón en la cara.

No pasó, por desgracia.

—Es una vergüenza siempre con ese pelotudo —quiero meterme debajo de una piedra y salir en mil años. Siendo solo un saco de huesos.

No pasó mucho hasta que Francisco se puso de pie y antes de irse, se devolvió al lado mío. Cerca. Demasiado cerca. Muy, muy cerca.

—Tengo que grabar ahora, pero te dejo con Enzo —me dijo en un susurro.

Una corriente de aire me dejó desnuda ante su voz y lo que había dicho. ¿Cuál era Enzo y por qué no me interesaba recordarlo o verlo en este momento? ¿Por qué estaba más concentrada en que Fran no se alejara?

Igual se alejó. Todos iguales.

Lo observé irse y al mismo tiempo vi ocupar su lugar a quien ese momento era solo una sombra. Giré hacia él y la corriente volvió, ahora más fuerte y más abrasiva. No le bastó solo con mi ropa y se llevó mi alma también.

𝐄𝐭𝐞𝐫𝐧𝐚𝐥 𝐒𝐨𝐮𝐥𝐬 | ᴇɴᴢᴏ ᴠᴏɢʀɪɴᴄɪᴄWhere stories live. Discover now