Brilla Como La Luna

Capitulo 1

Culiacan, Sinaloa México
8:00 pm

"Ella es como la luna, tan hermosa, tan brillante y tan inalcanzable."

Miray(32)
Estoy en el restaurante esperando a Omar, salí con él hace unas semanas y me llamó para tener una cita. Y bueno no puedo negar que es un papasito, pero todavía no llega supongo que tengo que esperar.

Pasaron 30 minutos mas y este tipo todavía no está aquí. No puedo creer que me haya dejado plantada, almenos una llamada telefónica hubiera sido agradable.
Pero ni pedo voy a aprovechar al máximo este tiempo aquí sola.
Pedí una botella de vino y comida, me sirvo una copa de vino tinto. Sostengo el pie de mi copa, tomo un pequeño sorbo y hago girar el vino en mi boca para poder saborear plenamente el sabor. Soy una entusiasta del vino, me encanta ir a catar vinos. Tomé un sorbo más de mi bebida mientras miraba alrededor del restaurante. Probablemente parezco patética para todos los presentes, ya que soy la única persona aqui que está completamente sola en un restaurante tan elegante.

Mientras estoy aquí esperando, noto que llega un grupo de mucha gente. Talvez sea un empresario o algo asi. No le presto atención y empiezo a comer. Estoy empezando a sentir un poco de calor, tiene que ser el vino. Casi me bebí toda la botella. El vino tinto es una de mis debilidades, realmente lo disfruto. Pasaron los minutos y se está haciendo un poco tarde, el idiota de Oscar nunca aparecio pero me vale, el se lo pierde.

Ivan(38)
El negocio salió según lo planeado esto merece una celebración les digo a mis hermanos mientras estamos todos reunidos en mi rancho.

—Bueno, vamos la noche es joven después una amanecida con plebitas. Celebremos aca algo bien, Ovidio dice con una sonrisa.

Le ordeno a Nini que reúna a todos y todos nos dirigimos al restaurante al que me gusta ir muy a menudo. Se ha convertido en uno de mis favoritos desde hace algún tiempo.

—Voy a llamar a Elsa, le envié un mensaje y me dejó en visto la cabrona.

Dice Alfredo sacando su teléfono de mala gana.

—No te dejo en visto carnal, la dejastes sin palabras.

—No digas mamadas Ovidio, esto es serio ella me esta ignorando y eso no me gusta nada.

—Todas las viejas son iguales ¿Por qué creen que no tengo solo una? yo solo sexo y paso a la siguiente. Iván Archivaldo no es hombre de una sola mujer y nunca lo será.

—Mmm pues mas puto no puedes ser porque nomas no se puede hermanito, Ovidio niega con la cabeza.

Llegamos al restaurante e inmediatamente nos dieron una mesa. Pedimos nuestra comida y todos comenzamos a hablar y a pasar un buen rato.
Escaneé el restaurante y mis ojos se dirigieron directamente a una mujer sentada en una mesa al fondo del restaurante. Ella estaba comiendo y tomando una botella de vino tinto sola. Parecía sin ninguna preocupación en el mundo como si no le importara estar sola. Desde lejos ya podía notar la elegancia que tenía. Ella tenía un collar de perlas y un vestido negro, con tacones altos y unas medias negras. La forma en que estaba sentada era muy apropiada. Puedo decir que tiene modales en la mesa por la forma en que usa los cubiertos y sostiene la copa de vino. Ella tomó un sorbo de su vino y miró alrededor del restaurante. Mis ojos se dirigieron directamente a su rostro, es hermosa. Sus rasgos faciales son perfectos en ese momento supe que ella sería una más en mi lista.

— ¿Qué carajo estás mirando Ivan?

—Mi próxima víctima, miré a Alfredo con una sonrisa en mi cara.

Le ordeno a el mesero que vaya y le pida su número de teléfono. Yo no iré porque estoy ocupado en este momento y no dejaré lo que estoy haciendo por una vieja.

Miray
—¿Me puede traer la cuenta por favor?

—Su cuenta ya ha sido pagada en su totalidad señorita.

—¿Qué por quién?

—Por el caballero en la mesa del rincón, me dijo que le dijera que se mira muy hermosa y le gustaría que le diera su número de teléfono.

Miro hacia la mesa que señaló el mesero y hay un hombre ahí con un grupo de mas hombres y muchas mujeres. El es de piel clara y se ve muy guapo, tiene una barba que ya me encanto. Hacemos contacto visual y tiene una mirada penetrante que parece como si estuviera mirando a través de mí, incluso siento escalofríos en mi cuerpo mientras lo miro. El levanta su copa y yo hago lo mismo no quiero ser grosera, luego sonríe y continúa hablando con sus amigos.

Agarro la pluma del mesero y escribo mi número en un papel.

Veo al mesero acercarse a su mesa y darle el papel con mi numero. Veo que el hombre misterioso se lo mete en el bolsillo.
En ese momento noto ese grupo de personas levantarse y retirarse y pasan justo a mi lado. El hombre que pagó mi cuenta es el último en salir. El camina muy seguro de sí mismo, se comporta de una manera tan intimidante que lo hace ver tan atractivo. Estoy mirándolo sin ninguna preocupación en el mundo, no estoy siendo nada discreta en la forma en que lo miro. Literalmente lo estoy comiendo con mi vista y él lo sabe. Tiene una sonrisa picara en su rostro mientras se acerca más y más. Mantengo contacto visual en todo momento y me muerdo el labio. Yo también puedo ser coqueta los dos podemos jugar a ese juego. Pasa junto a mí sin decir una sola palabra, simplemente me mira y yo no aparto la mirada, lo miro de arriba a abajo sin verguenza. Su colonia inmediatamente invade mis fosas nasales huele tan bien tan varonil, limpio y almizclado.

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