Brilla Como La Luna

Capitulo 12

Ivan
Finalmente llega la comida y Miray saca los platos y se sienta en la mesa yo la sigo.

—Aquí está la comida, come ojalá se te baje ese pinche genio que te cargas.

—Sí, lo admito me enojo cuando tengo hambre.

—Conrazon, pero ya esta feliz la niña?

—Super feliz, gracias.

—Oye, no te he preguntado pero ¿de dónde eres? ¿Eres de aquí?

—No yo soy de Durango.

—A ¿Y tus padres dónde están?

—Que te importa, eres bien chismoso, sabes que no tienes que saber todo sobre mí Ivan, esto que tenemos aquí no es una relación.

—Lo sé pero quiero saber con qué tipo de personas me rodeo.

—No te hagas wey sé que ya me mandastes investigar deseguro sabes hasta mi talla de bragas.

—Sé el tamaño de tus bragas con solo mirarte bebe. Iba a investigarte pero todo pasó muy rápido entre nosotros que no tuve tiempo así que por eso te pregunto las cosas a ti.

—Bueno, yo no te voy a contar nada sobre mí si quieres saberlo, descúbrelo tú mismo.Debo advertirte que estoy llena de sorpresas.

—No lo dudo ni un poquito, al menos cuéntame pequeños detalles sobre ti cuál es tu color favorito, comida favorita, a qué le tienes miedo.

—Ay esta bien, te lo diré ya que no me dejarás en paz.
Mi color favorito es el negro porque es como mi alma. Comida favorita, no tengo una, disfruto todo tipo de comida, y lo que me da miedo es lo desconocido.
Ahora dime acerca de ti, no es que me importe saberlo la verdad, pero como insistes en conocerme, supongo que haré lo mismo.

—Me gusta el color azul, mi comida favorita son las enchiladas de mi madre y no le tengo miedo a nada.

—¿No le tienes miedo a nada?

—No, me volví inmune a eso hace mucho tiempo.

—Mmmm estoy segura de que tienes que tener miedo de algo.

—No le tengo miedo a nada ni nadie esa es justa la manera como soy.

Seguimos teniendo una pequeña charla hasta que terminamos la comida.

—Deberías irte estoy muy cansada.

—Pasaré la noche aqui.

—Ahh bueno, el sofá está ahí, puedes ponerte cómodo.

—Eres graciosa, andas muy chistosita verdad yo no voy a dormir en el puto sofá.

—Bueno esque no quiero que me pegues los piojos.

—Fijate como me hablas Miray no estoy de humor para bromas estúpidas me voy a dormir en tu cama contigo y punto.

—Como quieras te advierto que soy muy loca para dormir.

—Oh, me lo puedo imaginar, eres una salvaje en la cama.

—Eso no lo negaré.

Me levanto y empiezo a caminar hacia mi habitación e Ivan me sigue. Luego se deja caer en mi cama.

Voy y hago mi rutina nocturna y cuando regreso a mi habitación Ivan está sin camisa acostado y da palmaditas en la cama para que pueda acostarme a su lado.
Me acuesto dándole la espalda y luego siento sus brazos alrededor de mí y su respiración junto a mi cuello.

—Hayyy...Ivan hazte para alla, necesito mi espacio.

—Shhh callese.

—Ay que empalagoso eres.

—Uuu que la chingada, morra batallosa a la verga pues. Esta bien pero no estes chingando mas tarde que te abraze porque no lo haré, muerete de frio a la verga.

—Perfecto.

Segundos despues siento una mano en mi trasero.

—Qué estás haciendo Ivan?

—Se me antojo, que quieres que haga.

La abrazo a la fuerza y ella se da vuelta, estamos cara a cara y luego empiezo a hacerle cosquillas.

—Oye dejame Archivaldo si no, no respondo eh, tomé clases de karate te tumbo en un instante si no te detienes.

—Jajaja a la verga, mija te recuerdo que te tuve enpinada y atada ante mi hace unas horas creo que puedo manejarte bastante bien.

—Dejé que eso sucediera porque quería, no porque me tuvieras en contra de mi voluntad, señor.

—Pues este señor te da todo lo que buscas.

Ella solo me mira y sonríe, acaricio con las llemas de mis dedos su espalda en ese momento ella acaricia mi barba y la abrazo y la acerco aun mas a mí y nos quedamos dormidos.

Horas después me despierta el sonido de mis radios.

—Patron ¿está usted ahí?

—¿Si que pasó?

—Lo necesitamos en el rancho sus hermanos ya están aquí esperándolo.

—Estaré allí en un rato.

Miro a mi derecha y veo a Miray durmiendo tranquilamente, es tan jodidamente hermosa.
Me levanto, me cambio y ella se despierta.

—¿Qué pasó? ¿Te vas?

—Si chiquita me necesitan en el rancho lo siento ya no pude mantenerte calientita tengo que irme.

—Mmm mejor para mi ahora tengo la cama para mi sola que bendición.

—Ahí va otra en la lista Miray te las estoy apuntando toditas me las vaz a pagar.

—Ajaa como sea orale pues vete que te esperan.

—Te llamaré pronto será mejor que contestes el puto teléfono.

—Pues haber si me dan ganas de contestarte.

—Es una advertencia Miray, camara.

—Acción jajajajaj.

—Ven aqui.

La agarro por el cuello con fuerza y la atraigo hacia mí y la beso con un beso desesperado. Entrelazo mi lengua con la de ella profundizando más el beso y muerdo sus deliciosos labios. Finalmente nos separamos mientras nos quedamos sin aire y la tiro con fuerza sobre la cama. Solo escucho una risita viniendo de ella, lo que me hace sonreír mientras salgo de su habitación.

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